El ocaso de la corbata: por qué cada vez se usa menos y cómo las mujeres podrían "salvarla"
En los desfile de las colecciones femeninas de Otoño/Invierno 2022 varios diseñadores han apostado por corbatas femeninas
La prenda que nació en el siglo XVIII lleva varios años observando una importante caída en las ventas
La moda relajada a la hora de vestir de los nuevos ejecutivos está provocando que los hombres las usen menos en el trabajo
Ya pasó con el sombrero. De prenda imprescindible en el vestir, a adorno obsoleto o meramente testimonial. La moda dicta sentencia y las corbatas de hombre hace tiempo que viven en tiempo de descuento. Y no es porque el presidente del Gobierno haya recomendado que no se usen como medida de ahorro energético... La corbata lleva años en desuso y la pandemia está siendo la puntilla que puede acabar con ella. O eso se pensaba, hasta que las mujeres han salido en su rescate.
En los desfile de las colecciones femeninas de Otoño/Invierno 2022 varios diseñadores apostaron por ellas. La prenda nacida en el siglo XVII vive un nuevo auge gracias a la moda femenina, porque entre los hombres hace tiempo que se considera un adorno demodé
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"Lo que dijo el presidente sobre el uso de la corbata es irrelevante y no ha sido el detonante. Nosotros estamos observando un cambio de tendencia desde hace unos años y las circunstancias tampoco han ayudado nada, no solo por el daño económico derivado de la covid, es que además debido al teletrabajo la gente se acostumbró a vestir de un modo relajado para trabajar y ahora se sigue esa tendencia", comenta Carlos Satrústegui, consejero delegado de la firma de moda masculina Lester.
Una relajación que ya se llevaba observando desde hace tiempo. La imagen de Steve Jobs, fundador de Apple, con vaqueros, camiseta negra de cuello alto y zapatillas cambió la tendencia y poco a poco los ejecutivos de las empresas tecnológicas de Sillicon Valley pusieron de moda una manera cómoda en el vestir que se ha ido copiando en Europa.
"La gente que usaba corbata como los abogados o personal de banca con la llegada de las nuevas generaciones están relajando su manera de vestir. Empezó a extenderse con los llamados Casual Friday y luego imitando a los ejecutivos de las empresas tecnológicas que visten de cualquier manera", confirma el empresario. Satrústegui sabe de lo que habla, lleva toda su vida laboral dedicado a este prenda en Lester la empresa familiar fundada por su padre en 1992 y que hoy dirigen él y su hermana Sonia. En "los años buenos" llegaron a vender 100.000 corbatas al año pero ya en 1995, cuando abrieron su primera tienda, apostaron por diversificar el negocio ante los primeros signos de alarma.
"En la primera crisis del 2007 ya notamos el primer cambio, esto de la moda es cíclico pero esta vez parece que va en serio. Nuestros fabricantes italianos están alarmados y algunos ya han empezado a reconvertirse, ahora crean pañuelos o trajes de baño", explica el empresario.
Las tendencias cambian
Que la moda es cíclica no es ninguna novedad, las tendencias vienen y van y según los expertos hacen falta 20 años para volver a adorar las modas que un día desaparecieron. Por eso de la vuelta de los pantalones cargo, las riñoneras, las microfaldas y hasta de los sombreros. No hay influencer que se precie que no lleve un sombrerito en algún momento de su vida.
"La moda puede ayudar. Si los grandes diseñadores apuestan por las corbatas, aunque las hagan más llamativas o extravagantes, seguro que la prenda remonta", comenta Satrústegui. Y el diseñador Juan Duyos está de acuerdo: "Creo que la corbata no se debería de perder, la corbata seria me parece un poco rollo pero reconvertirla en un lazo o en algo exagerado podría ser divertido y funcionar", comenta.
Lo cierto es que no es el único en pensar así, algunos de los grandes diseñadores ya han empezado a apostar por ellas, aunque cambiando el destinatario.
Las mujeres como posible solución
Las corbatas son una prenda que se empezó a poner de moda en el siglo XVII tras la Guerra de los Treinta Años. Los jinetes croatas llevaban un lazo rojo anudado al cuello que sus mujeres les ponían como símbolo de amor antes de partir a la contienda. Cuentan los cronistas que la Guardia Real francesa empezó a copiar un atuendo al que se conocía como cravate (un sustantivo derivado de croata en francés) y que pronto se fue extendiendo entre las cortes europeas.
Y si fueron las mujeres las que la idearon en el siglo XXI, ahora son las mujeres las que de nuevo están saliendo en su rescate.
En el desfile de las colecciones femeninas de Otoño/Invierno 2022 de Louis Vuitton, el diseñador Nicolas Ghesquière presentó una colección con camisas oversize y corbatas masculinas. Hace unos meses la actriz Dakota Johnson asistía al programa estadounidense de televisión The morning show vistiendo una corbata. Y la cantante Rosalía se mostraba en redes con un look de Prada estilo colegial con corbata incluida.
La actriz Jessica Chastain también lució una blanca en junio en la alfombra roja del Festival de Tribeca, un look admirado y aprobado por los expertos de moda.
Además algunas de las gurús que marcan lo que será tendencia como Gabriella Berdugo o Diane Batoukina se están dejando ver con ellas en las semanas de la moda de distintos países.
"La verdad es que nunca he entendido por qué las mujeres no la llevan más. Nosotros la hemos probado en algún acto y queda muy bien, con un estilo desenfadado y sin el formalismo de los hombres, pero favorece", reflexiona el empresario confiando en un mercado, el femenino, que puede revertir su desuso y resucitar de nuevo a la corbata.