Este verano vamos camino de recuperar cifras de turismo de 2019, antes del covid, pero en algunos negocios se mantienen los protocolos que asumimos durante la pandemia.
Los clientes de una de las cafeterías más conocidas de Cádiz tienen 30 minutos para consumir. Es tal la cantidad de turistas que hay en Cádiz que, en esta cafetería, típica por su chocolate con churros, tiran de cronómetro para limitar el tiempo de desayuno: 30 minutos
A quien está de vacaciones la medida no le gusta porque están disfrutando, aunque los clientes más habituales lo entienden.
Limitar el tiempo en terrazas y restaurantes fue algo habitual después del confinamiento para intentar recuperar parte de lo perdido, pero en algunos sitios llegó para quedarse.
En una zona de Barcelona les obligan a abrir una hora menos y por eso han decidido limitar el tiempo de consumición. Las quejas son constantes.