La versión española de "Adulterios", adaptada por Nacho Artime, permanece fiel al estilo del director neoyorquino y retrata de forma cómica las sospechas y desengaños de varios personajes víctimas de infidelidades en Manhattan.
El montaje, que permanecerá hasta el 8 de marzo en el teatro valenciano, ha sido presentado hoy en rueda de prensa por María Barranco que con esta obra se estrena como actriz de comedia en el teatro.
"En la comedia me siento como pez en el agua. Ponerse a llorar en el teatro debe de ser muy triste. Prefiero pasarme el día bebiendo Manhattan y fumando como una carretera", confiesa la intérprete.
En "Adulterios", Barranco encarna a una famosa psicoanalista neoyorquina casada con un atractivo abogado, que descubre que su marido le es infiel y recurre a su mejor amiga en busca de consejo, poco antes de comenzar a sospechar que ella puede ser la amante de su esposo.
Su personaje es el de una mujer "inteligente", que "ve los problemas de los demás pero no ve los suyos", y que encuentra su réplica en el de Díaz-Aroca, con la que confiesa que forma un buen "tándem" sobre el escenario.
Por su parte, el personaje de Díaz-Aroca hereda gran parte del humor que han caracterizado los papeles de Forqué en el cine. Es también "una chochona", ha ironizado Barranco.
Con un lenguaje "muy brillante y corrosivo", la obra no habla sólo de adulterio, sino "del miedo a envejecer, a la soledad y a que nos abandonen", ha explicado.
Se trata, según la intérprete, de un "tema muy universal", que no extraña al público español aunque la acción se sitúe en pleno Manhattan.
Para la actriz es "un gran honor" haber sido dirigida por Forqué, y con un texto escrito por Woody Allen, cuyas películas se sabe "casi de memoria", excepto la de "Vicky-Cristina-Barcelona", que no le "entusiasmó", asegura.
"Adulterios" se estrenó el pasado 1 de agosto en el Teatro Palacio Valdés de Avilés, y ha estado de gira por España hasta recalar en Valencia, donde permanecerá dos semanas en cartel.
El montaje ha gozado de gran éxito de público en todas sus representaciones, especialmente entre las mujeres, que suelen esperarle al final de la representación para pedirle frases divertidas que puedan decirles después a sus maridos.
La actriz espera que el público valenciano se divierta con el montaje: "es una gozada cuando la gente empieza a aplaudir. Es algo fantástico".