Fue creado como un hobby en el año 2000 por Kevin Lewandowski y ahora su marca Discogs se ha convertido en todo un negocio. El boom de los vinilos, que han vuelto, ha sido decisivo. Estamos ante la base de datos y el mercado de música más grande y completa con un catálogo de 11.200.000 grabaciones de 6.300.000 artistas en el que ya contribuyen 463.000 personas. Es un ejemplo de la resurrección del vinilo y de otras formas de escuchar música. La cantante Katy Parry, de hecho. acaba de lanzar su último trabajo en formato vinilo. Y el negocio crece. Ahí está Vinylradar, nacida con el propósito de ayudar a las personas a encontrar excelentes tiendas de discos locales. Repleta de consejos prácticos y de opiniones más que recomendables se está convirtiendo en un referente.
Así que los vinilos venden. Y los grupos con historia también. Ahí está Bohemian Rhapsody, que según datos de Nielsen se ha convertido en el más vendido en lo que va de años. Para Discogs fue Bob Dylan – Blood on the Tracks: Test Pressing. La Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA por sus siglas en inglés) publicó una lista de los vinilos más vendidos de todos los tiempos. En el top 10 de este ránking estaban Their Greatest Hits (1971-1975) de Eagles, Thriller de MJ, Hotel California de Eagles, Greatest Hits Volume 1 & Volume 2 de Billy Joel, Led Zeppelin IV de Led Zeppelin y The Wall de Pink Floyd. Los clásicos como se ve tampoco mueren nunca.
Si algo demuestran los datos es la evolución de la industria musical. Los ingresos por streaming de pago se han incrementado un 32,9% y su participación en los ingresos mundiales son el 46,9%, según el Global Music Report, el estudio anual que elabora la Federación Internacional de la Industria Fonográfica. En 2018, los ingresos por ventas digitales aumentaron un 21,1% hasta alcanzar un total de USD 11.200 millones, cruzando por primera vez el umbral de los USD 10.000 millones.
En la actualidad, representan el 58,9% del total de ingresos de la música grabada. Dentro de este formato, la escena fue variada: el streaming constituyó un fuerte motor de crecimiento (el segmento registró un alza del 34% y llegó a los 8.900 millones de dólares), mientras que las descargas retrocedieron un 21,2% y pasaron a conformar el 7,7% del total del mercado. En particular, las suscripciones de pago a servicios de streaming de audio volvieron a ser un factor impulsor clave (+32,9%), y casi todos los mercados tuvieron crecimiento en esa área. Los ingresos digitales ya equivalen a más de la mitad del mercado de la música grabada en 38 países. Y en esta revolución la sorpresa del vinilo, que es negocio, y está de moda.