La pandemia ha dejado sin fiestas populares y verbenas a pueblos y ciudades. Este será un verano sin charangas ni bailes en las plazas, verbenas o pasacalles. Todas las bandas se han quedado sin trabajo y los músicos tienen, de momento, sus instrumentos en compás de espera.
El coronavirus acaba con el calendario festivo. No hay ensayos musicales. Ni trabajo para los músicos. “Hemos perdido ya cinco millones de euros”, afirma Daniela González, presidenta de las asociaciones musicales de la Comunidad Valenciana.
Daniela recorre las estancias de su academia, totalmente vacía. En Muro de Alcoy (Alicante) no celebrarán las fiestas de Moros y Cristianos, pospuestas hasta el próximo año. La misma suerte ha corrido la romería de Catí a Sant Pere de Castellfort, en Castellón, con siete siglos de tradición. Las hogueras de San Juan, por su parte, se retrasan a septiembre.
Los encierros, chupinazos y la algarabía tampoco inundarán las calles de Pamplona por San Fermín, probablemente, la fiesta más emblemática de nuestro país. Madrid ya se quedó sin verbena de San Isidro, pero igualmente quedan suspendidas las fiestas de San Cayetano, la Paloma, del Carmen y San Lorenzo. Y en Sevilla, ni feria ni romería.
Se calcula que en nuestro país hay unas 1.500 orquestas. Empresas que no saben si podrán tener ingresos en este 2020. Solo en Galicia se estima que las pérdidas en este 2020 podrían rondar los 300 millones de euros. “Desde noviembre de 2019 que terminamos la gira, estamos pagando sueldos, inversiones, hemos renovado y arreglado todo el material. Todo apunta a que no vamos a poder volver a trabajar hasta mayo del 2021. Estamos hablando de un año y medio sin generar ingresos. ¿Qué empresa puede soportar eso?”, se queja en NIUS Chema Cantón, secretario de la Asociación de Orquestas Profesionales.
En muchas orquestas, los músicos son contratados temporalmente durante los meses de verano. Incluso, en ocasiones, cobran por bolo. Es habitual que subsistan todo el año con lo que trabajan durante el verano. “A veces ni pueden acogerse ayudas. Te piden 180 días para tener derecho a un subsidio, pero es que no hay orquestas que hagan 180 bolos”, comenta. “Si no hay bolos, muchos dejarán el sector. Nos preocupa que se merme el cultivo de músicos que tenemos en España”, añade Cantón.