"Las campanadas de fin de año con Ibai en Twitch". Puede que esta frase no te resulte del todo ajena. Quizás en el tramo final del año, durante la cena, ante una decisión normalmente poco debatida sobre dónde ver las doce campanadas que ponen punto final al año - por supuesto en televisión - hayas escuchado desde el sector más joven del hogar una frase parecida. Una expresión de disidencia que incluye dos cosas que no te resultan del todo familiares: Ibai y Twitch.

Ni siquiera se menciona un canal de televisión diferente. Se trata de una plataforma de video en Internet y de la emisión de un streamer (alguien que emite contenidos de video en directo) que resulta gozar de una inmensa popularidad entre lo más jóvenes y que ha decidido meter sus narices en un evento tan familiar y convertirse en un intruso en la última cena del año. Antes de que puedas darte cuenta 500.000 personas ya están conectadas a Twitch para ver en directo como Ibai intenta ingerir las doce uvas.

Ibai es uno de los grandes fenómenos en términos de popularidad y audiencias de la plataforma de vídeo propiedad de Amazon, Twitch junto con otros destacados creadores como Rubius, AuronPlay o Grefg. Este último ha alcanzado el récord de audiencia en directo de una emisión en live streaming de la plataforma, reuniendo a más de 2,4 millones de usuarios concurrentes que vieron al fin -porque era algo muy esperado por sus seguidores- la presentación de la skin (la apariencia de un personaje en un videojuego) inspirada en el propio Grefg para el conocido juego Fornite.

Toca convertir este nuevo fenómeno en una oportunidad para conocer la realidad de los gustos de nuestros hijos, hijas, sobrinas, etc. Y, por qué no, de disfrutar junto a ellos de formatos nuevos que descubriremos que tienen interés para nosotros por sí mismos.

Estos hitos recientes, recogidos ampliamente por los medios, han introducido en nuestro vocabulario tecnológico cotidiano a la mencionada Twitch. Una plataforma de compartición de vídeo, al estilo de YouTube, nacida sobre la base de un proyecto anterior, JustinTV y adquirida por el gigante Amazon en agosto de 2014 por la cantidad de 970 millones de dólares. JustinTV apareció dos años después de YouTube, en 2007, centrándose en la emisión de contenidos en directo. El negocio nunca llegó a generar beneficios. En palabras de su fundador, Justin Kan, él y su equipo tenían mucho conocimiento del mundo web pero "no teníamos un plan, no entendíamos la industria de los contenidos".

JustinTV incluyó desde sus orígenes una de las funcionalidades estrella de su hoy heredera, Twitch, el chat que acompaña a las emisiones y que las convierte en interactivas por defecto. De los contenidos que mostraba JustinTV aquellos que incluían gameplays (emisiones de videos en directo mientras se juega un videojuego) habían adquirido especial relevancia. Tanta que precisamente la decisión fue pivotar en esa dirección creando una marca nueva y potenciando el posicionamiento en las emisiones de partidas de videojuegos. Twitch que nacía como un producto derivado basado en la tecnología de su matriz, JustinTV, se convertía en el producto principal.

El nacimiento y reconversión de JustinTV corre en paralelo al desarrollo de YouTube. A lo largo de los 10 últimos años YouTube se ha convertido en la principal plataforma de video online del mundo, con más de 2000 millones de usuarios. Esto es, aproximadamente, un tercio de todos los internautas del planeta. Youtube creció en gran medida con el impulso de los canales de creadores independientes, los "youtubers", que fueron capaces de popularizar contenidos y géneros cercanos paras las nuevas generaciones. La frescura y la cercanía son elementos clave en el éxito tanto de YouTube como de Twitch. Precisamente muchos de estos canales de YouTube crecían a base de contenidos basados en gameplays y desde que Twitch apareció en el horizonte muchos youtubers comenzaron a alimentar ambas plataformas con contenidos dirigidos a seguidores de los videojuegos.

Cabe preguntarse aquí si ver como otros juegan es un contenido capaz de seducir a tantas personas. Como señala T.L. Taylor en el libro "Watch Me Play"(Editorial Princeton) "ver a otros jugar es algo consustancial a la cultura del videojuego". Recuerdo que cuando apenas era un adolescente y los videojuegos eran solo accesibles en salas recreativas o bares - en las "máquinas de marcianitos"-, ya era habitual quedarse a observar como alguien intentaba situarse en los primeros puestos del ranking, formándose corrillos alrededor de los más habilidosos. De esos corrillos alrededor de las máquinas de arcade hemos pasado al fenómeno mundial que suponen las competiciones de videojuegos, los llamados esports. Un fenómeno cultural dentro del universo de los videojuegos que ha fomentado el ascenso de plataformas como Twitch. Efectivamente ya no se trata solo de individuos que emiten sus propias partidas, sino también de la emisión de competiciones oficiales de juegos como League of Legends, Call of Duty o FIFA, por señalar algunos ejemplos.

Este ascenso de los videojuegos como entretenimiento ha impulsado el consumo de contenidos relacionados y supuso un evidente reto de Twitch al reinado indiscutible de YouTube. Tanto es así que en 2014 Google inició las negociaciones para adquirir Twitch. A finales de julio había un principio de acuerdo, pero, en un giro sorprendente de los acontecimientos, sería Amazon quién se haría con la plataforma. YouTube reaccionaría lanzando YouTube Gaming pero sin alcanzar la misma relevancia en el contenido en directo, dónde lidera Twitch holgadamente. La competición por la corona de los contenidos basados en videojuegos sigue su curso.

Twitch se estructura también por canales. Si entramos por primera vez a Twitch TV nos encontraremos una Home que nos ofrece diversas posibilidades para explorar. Por un lado, aparecen los canales recomendados que son los canales de los creadores más seguidos como, por ejemplo, Rubius, Grefg, etc. Encontraremos también un carrusel dónde se nos muestran los canales que están emitiendo en directo en ese momento. Además, aparecen las distintas categorías de contenidos. La agrupación se hace en función de videojuegos (Fornite, LoL, MineCraft, etc.) pero también aparecen otras categorías como la identificada como "Just Chatting", que ha resultado ser de las más importantes en la plataforma y que agrega canales en directo de todo tipo, no necesariamente videojuegos, y que podría evocar a lo que en su día fue JustinTV. En los dos últimos años categorías distintas a los videojuegos han ido aumentado y tomando fuerza. Encontramos canales que cubren información de actualidad, arte, música, ciencia y tecnología, etc. Incluso episodios de las series originales de Prime Video. Eso sí, siempre el énfasis va a estar en la emisión en directo, aunque, por supuesto, los directos queden almacenados en la plataforma pudiendo ser visualizados posteriormente en un plazo de entre 14 y 60 días dependiendo de si es un canal de socio o de afiliado. Si bien es cierto que lo que podemos llamar la "experiencia Twitch" queda parcialmente incompleta en el diferido al no disponerse de la interacción a través del chat en directo.

Característico de la plataforma es la posibilidad de hacer donaciones o suscribirse a canales concretos, de manera que se generan ingresos para los creadores de contenidos sin que necesariamente intermedie la publicidad, como sucede en mayor medida en YouTube. Así, los seguidores de un creador o canal concreto pueden aportar una cantidad a este simplemente para que haga algo en concreto, por ejemplo, un directo especial para el que solicita el mecenazgo de sus seguidores. Además la suscripción a Amazon Prime Video incluye la suscripción a Twitch Prime, de forma que si se dispone de esa suscripción es posible iniciar sesión con el mismo usuario en Twitch y disponer de algunas funcionalidades extra en la plataforma.

Los ingresos que generan estos streamers varían en función de la capacidad de captar suscriptores de pago y la opción de suscripción (4.99, 9.99 y 24.99). Se ha estimado que de media los streamers consolidados generarían aproximadamente 2000 euros por mes, dejando de lado los ingresos publicitarios y por patrocinio. Los cinco primeros streamers del ranking de ingresos de Twitch, entre los que se encuentra Ibai, superan el millón de dólares en ingresos en 2020.

*Francisco Asensi es experto en distribución de vídeo online. Cuenta con una amplia experiencia en proyectos multiplataforma para medios incluyendo Twitch, Yotube, Facebook y Tiktok. En los últimos años se ha especializado en gaming y esports