El tren de la fresa sale de Madrid con destino Aranjuez, recreando el segundo trayecto en la historia del ferrocarril español que inauguró Isabel II en 1851, con parada en el propio palacio.
Vagones de madera infunden nostalgia a los mayores y se sienten como en un tren de juguete los más pequeños. Y en un tren a Aranjuez no puede faltar la degustación de sus famosas fresas.
Tal es el éxito de pasajeros que Renfe ya está pensando en ampliar su red de trenes históricos.