En las últimas 24 horas parece que toda la humanidad ha vivido envuelta en un monotema: el altercado entre Will Smith y Chris Rock durante la gala de los Oscar. La bofetada del actor de 'El método Williams' a el presentador ha dado la vuelta al mundo abriendo informativos y llenando las redes sociales con las imágenes. Un momento que llegó justo después de un chiste de Rock sobre Jada Pinkett Smith, la mujer del actor. Después de hablar tanto de la bofetada, ¿qué fue lo que dijo el cómico sobre Jada?

No fue la única polémica de Rock. Pese a que quedó eclipsado por lo evidente, instantes antes del altercado se dirigía a Javier Bardem y Penélope Cruz. "¿Sabéis quién tiene el trabajo más duro esta noche? Javier Bardem y su mujer están nominados. Si ella pierde, no hay forma de que él pueda ganar", decía sin llegar a referirse a Cruz en ningún momento, tratándola simplemente como "mujer de".

Fue entonces cuando llegó el momento en el que gastó la broma a la pareja Smith. "Jada, te quiero. Estoy deseando verte en 'La teniente O'Neil 2'", dijo refiriéndose a la calvicie que Jada sufre desde hace años provocada por una alopecia. El resto de la historia tras pronunciar esa frase ya la conocemos de sobra, pero se ha hablado poco de O'Neil, uno de los personajes femeninos más fuertes de la gran pantalla en la década de los 90 y por lo que algunos han defendido el comentario de Rock, interpretándolo como un halado hacia Jada y no como una burla hacia su alopecia.

En 1997 Ridley Scott estrenaba 'La teniente O'Neil', una cinta protagonizada por Demi Moore, que compartía pantalla con Viggo Mortensen o Anne Bancroft. En la cinta, tras las presiones de una senadora de Estados Unidos, la teniente Jordan O'Neil se convertía en la primera mujer de la unidad de los SEAL de la Marina del país y tenía que demostrar que estaba preparada para ello en un mundo de hombres.

Para el papel de la teniente, Moore tuvo que raparse la cabeza durante el rodaje por exigencias de guion, de ahí la broma que Chris Rock soltó en los Oscar y que no sentó bien ni a Jada ni a Will Smith.

Demi Moore, además de raparse la cabeza, tuvo que pasar semanas de duro entrenamiento militar para prepararse físicamente para el rodaje. Pese a que la actriz demostró en varias apariciones que la carencia de pelo también era para las mujeres y que la feminidad no iba reñida al largo del cabello, lo cierto es que Moore deseaba acabar el rodaje para volver a dejar crecer su cabello. "Sentía la necesidad de que creciese, casi como Sansón, para ganar fuerza. Decidí quedarme en casa y estar con mis hijas y dejar el pelo crecer y crecer", dijo a In Style años después.

Según el consejero técnico-militar de la película, el entrenamiento de Moore y sus compañeros debía ser de 17 semanas, pero se redujo a solo dos, algo que ya les estaba involucrando e introduciendo en sus papeles. Si bien algunos actores relegaron en sus dobles de acción, Moore se negó y completó el entrenamiento y grabó algunas de las escenas más duras. "Sentía que si no lo hacía habría perdido la oportunidad de experimentar de primera mano lo que esta gente sufre en su entrenamiento", afirmó la actriz.