Soledad Villamil desvela "el secreto de su tango" en el Teatro Español
El "secreto de su tango" se irá desvelando desde mañana hasta el domingo en unos conciertos que esconden "una mezcla muy particular entre esencia y vanguardia, no en el sentido de buscar meramente la novedad o lo nuevo por sí mismo, sino por hacer una relectura moderna del género", explica en una entrevista con Efe.
Milonga, música popular argentina y canciones originales de su último disco, "Morir de amor", componen su espectáculo con "diversidad de climas y de sensaciones" en el que sobre el escenario, además de ella, dos bailarines masculinos, los hermanos Macana, exprimen esa pasión que se baila a ritmo de bandoneón.
"Pero el tango es bastante más de lo que la gente piensa. También hay humor, hay melancolía, hay desgarro. Hay muchos sentimientos envueltos y sí, por supuesto, la sensualidad", resume quien ha preferido elegir de entre los temas clásicos, los menos conocidos.
Pero esa voluntad de reivindicación de la parte menos popular no excluye al espectador neófito. "Mi vivencia desde arriba del escenario es de un gran entendimiento absoluto, no hace falta ser un gran especialista del género para entenderlo. Simplemente, son momentos, mensajes y sentimientos en los que una persona cualquiera puede sentirse identificada", explica.
De paso, en los noventa minutos de espectáculo Soledad Villamil va desnudando su carácter de artista. "Es una oportunidad para dar a conocer otro aspecto de mi trabajo como artista, un aspecto que ha tomado para mí mucha relevancia en el último tiempo", explica quien debutara con el álbum "Canta".
Esta cara de su talento en España todavía permanece desconocida y eclipsada por esa interpretación que le dio el Goya a la mejor actriz revelación por la cinta de Juan José Campanella, pero en realidad Villamil entró a las artes por la puerta de la música, y ya desde pequeña mostró habilidad para tocar muchos instrumentos.
"Siempre cultivé música y canto", reconoce, "y es ahora cuando por fin ocupa un lugar muy protagónico en mi actividad, algo que me hace muy feliz", explica quien, nacida en La Plata en 1969, ha representado espectáculos como "Glorias Porteñas" y "Recuerdos son recuerdos".
"Pero no me importa ser más conocida por el cine aquí, en España, porque me siento muy querida. Lo siento cuando camino por la calle, por eso estoy muy feliz de venir a Madrid y ojalá que mi música progrese también entre los españoles", explica quien ya actuó en San Sebastián al presentar "El secreto de sus ojos" y también en Barcelona.
"La películas me acercan al público de alguna manera. Esto me hace acercarme de manera diferente, mucho más íntima, más personal porque uno no está restringido por un personaje ni por un guión. Hay un espacio de libertad y comunicación con el público diferente", reflexiona.
Su gira de conciertos empezó en el Teatro Nacional de Buenos Aires en diciembre de 2010 y aún tendrá una etapa más en Roma el próximo 31 de mayo, pero Villamil no se olvida de lo que le ha dado proyección internacional.
Así, cuando acabe el periplo musical, volverá a Buenos Aires para rodar "Todos tenemos un plan", en la que comparte cartel con Viggo Mortensen, en el que supone el primer rodaje en Argentina del actor, quien interpreta a un hombre que decide reiniciar una nueva vida suplantando a su fallecido hermano gemelo.
"Hemos trabajado en la preproducción y, por ahora, puedo decir que es un actor muy dúctil, de mucha verdad y nuestro encuentro ha sido muy bueno. Todo apunta a que nuestro trabajo juntos será muy fructífero", concluye en referencia a una película que dirigirá Ana Piterbarg, que tendrá parte de su rodaje en los estudios Ciudad de la Luz de Alicante y que tiene previsto su estreno para 2012.
Mateo Sancho Cardiel
