Minuto de silencio en el Liceu con la voz de Montserrat Caballé de fondo
En la puerta de su casa, la que la vio iniciarse, nacer en la música, la que hoy llora con las banderas a media asta, su público, centenares de personas, un goteo constante hacen cola. Son de todas las edades, portan un ramo de rosas en la mano. "Ver que se había ido la voz de un ángel", expresa una admiradora. Bajo la foto del ángel, plasma en papel unas palabras de cariño, de afecto, un recuerdo, "porque son años y años que venimos al Liceo y la he visto siempre y era fabulosa la pobre", comenta una persona que ha firmado en el libro de condolencias. Y dentro, antes de la primera función tras su muerte, en un Liceo abarrotado en lugar de un minuto de silencio, "escucharemos un minuto de su canto" ha dicho Christina Scheppelmann, la directora artística del Liceo, y así ha sido hasta que lo han roto unos aplausos. Nosotros la recordaremos con unos simples versos que esperemos la lleguen allá donde esté.