De pequeñita, Britney Spears era la viva imagen de la inocencia y la dulzura y, además, mantenía una larguísima relación sentimental con Justin Timberlake, de la que decía que nunca tendría relaciones sexuales hasta no estar completamente segura. Lo mismísimo que Selena Gomez actualmente.
Con el tiempo, Britney fue cambiando su conducta radicalmente. El primer escándalo llegó cuando la Princesa del Pop se casó en Las Vegas, matrimonio que le duró tan solo unas horas. Después pasó por el altar del brazo de Kevin Ferderline y, a partir de ahí, su carrera cayó en picado.
Del mismo modo, Selena es una niña encantadora, súper dulce y angelical. Aún es muy pronto para saber qué futuro le espera, pero el éxito que ha alcanzado y la fama mundial que posee, podrían jugar en su contra.
De hecho, ya hemos empezado a comprobar que tanto trabajo pasa factura. Y es que no se puede hacer todo: cantar, bailar, actuar, asistir a los eventos más glamourosos, posar para las mejores revistas, diseñar ropa, lanzar un perfume, celebrar un macro cumpleaños y... salir con Justin Bieber.
Ser un ídolo adolescente conlleva mucha presión y eso, tarde o temprano, se acaba notando. Así hemos podido ver a la protagonista de 'Los Magos de Waverly Place' desaliñada, con una camiseta oversize y alpargatas en mano. ¿Dónde quedó el look de niña perfecta?
Además, últimamente, la joven no se desprende de sus oscuras gafas de sol. ¿Tratará de esconder unas horribles ojeras? Cuidado Selena, que puedes acabar como Britney Spears. ECP