La educación se ha convertido de nuevo en campo de batalla entre los políticos. ¿Ponerse de acuerdo? ¿Intentar un pacto antes de opinar? No. Como siempre la piedra angular del país se usa como arma electoral. Ahora, tras las protestas por los exámenes de Matemáticas en Valencia y de Lengua en Canarias, uno por complejo y otro por fácil, se ha abierto la veda para hablar de un examen igual para todos los alumnos. A priori no parece ninguna locura. Pero no será fácil.
El rector de la Universidad de Córdoba y presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), José Carlos Gómez Villamando, ha abogado por realizar un "análisis serio" sobre "dónde puede haber divergencias" en la Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (PevAU) --antigua Selectividad-- "en lugar de crear tanta crispación".
Así lo ha indicado este jueves en Jaén a preguntas de los periodistas sobre el debate con respecto a la posibilidad de implantar una Selectividad única en todo el territorio español, después de que desde el PP se haya anunciado una proposición no de ley en el Congreso en este sentido.
"Hacer un estudio serio, un estudio que nos ponga de manifiesto si hay diferencias y, si hay alguna comunidad autónoma donde no se estén cumpliendo las directrices que marca el BOE, pues decirle que se cumplan. Creo que es lo que hay que hacer en lugar de crear tanta crispación", ha comentado no sin incidir en que, "sobre todo", se debe "hacer un análisis serio de dónde puede haber divergencias e intentar solucionarlo".
La realidad es que los primeros en protestar han sido los alumnos en las redes sociales y en las calles. Y luego, subidos a la ola de indignación han llegado las diferentes propuestas de los partidos.
La portavoz del Gobierno y ministra de Educación y Formación Profesional en funciones, Isabel Celaá, ha negado que existan "datos técnicos" que demuestren diferencias en la dificultad de la Selectividad entre diferentes comunidades autónomas, y ha precisado que el Ejecutivo intentará "armonizar" los criterios de corrección, pero descarta imponer una prueba única de acceso a la universidad para toda España.
"En grados de dificultad y de preguntas, los datos técnicos que tenemos no proporcionan ningún elemento de alarma, ninguno, absolutamente ninguno, y una prueba única no solventaría la situación porque empobrecería el currículum", ha expuesto Celaá en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado este viernes en La Moncloa.
El PP ha registrado este viernes en el Congreso su petición de para implantar una única Evaluación del Bachillerato y Acceso a la Universidad (EBAU) en todo el territorio español con el objetivo de "garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso y admisión de todos los alumnos" en el sistema universitario "con independencia del lugar en el que realicen la prueba. Hay muchos alumnos que están estudiando y trabajado y haciendo la selectividad estos días y vamos a afrontar esto para que la dificultad del examen no dependa de donde vive uno. Es importante", explicó. Al final han registrado en la Cámara baja una proposición no de ley en la que llaman al Gobierno a promover esta prueba única, en coordinación con las comunidades autónomas, que son las que tienen competencia en materia de Educación.
En Italia y Austria, los alumnos realizan un test previo para acceder a la universidad, el titulo de Bachillerato es suficiente para ingresar en la Universidad en Francia. En Alemania existe una prueba única, llamada Abitur, con la que puedes ingresar en cualquier universidad de Europa. En Inglaterra y Finlandia, los alumnos tienen que realizar un examen en cada universidad que quieran ingresar. En Suecia no hay exámenes de admisión y las notas del bachillerato es lo que vale para entrar. España deberá elegir su modelo. No parece fácil, visto lo visto, que logre un acuerdo.