Esta madrugada, a las 2 y 49 minutos, se ha producido el tradicional salto de la reja en la aldea de El Rocío, en Huelva. Es el punto álgido de la romería de Almonte y el pistoletazo de salida para la procesión de la virgen del Rocío que visita a cada una de las hermandades.
Preparada, la Blanca Paloma espera en la ermita a sus devotos. Ellos, los almonteños, tan nerviosos como tensos, ansían la llegada del simpecado de la Hermandad Matriz, la última en entrar en la ermita y la que da el pistoletazo de salida al momento cumbre del Rocío.
Este año a las 2:49 de la madrugada del lunes de Pentescostés, centenares de almonteños han saltado la reja para llegar hasta su patrona. Un momento de empujones, discusiones y mucha tensión en el ambiente.
Hasta un cordón de almonteños intentan como pueden delimitar la zona. Ellos, desatados, tan solo quieren sacarla a hombros del santuario. Aunque sea así, casi aplastados unos con otros y sin apenas espacio para caminar... Cualquier cosa vale para ver a la Virgen del Rocío en su recorrido por la aldea.
Un recorrido, que desata fuertes emociones. Una vez fuera ante miles de espectadores, es la marea humana la que lleva y aleja a la Virgen. Pero tan solo ha durado 10 horas, ya que a mediodía la matrona ha vuelto a su templo.