Varias decenas de personas, entre ellos algunos historiadores, artistas y expertos en arte, han suscrito un manifiesto contra el cambio de las puertas de madera de la fachada de Santa María de la Catedral de Burgos por unas de bronce diseñadas por el escultor y pintor Antonio López. Apelan a las instituciones nacionales e internacionales encargadas de velar por el patrimonio mundial para que analicen en profundidad esta "controvertida intervención".
Consideran que el diseño elegido es un "atropello" para el estilo gótico de la Catedral y el neoclásico de la fachada, al utilizar unas "proporciones transgresoras para la supuesta cara de Dios Padre", que no se repiten en ningún otro lugar del templo.
Creen que si llega un momento en que hay que sustituir las puertas debiera hacerse mediante un "concurso bajo supervisión de expertos de reconocido prestigio" y no seguir, como ahora, "ideas algo peregrinas y gustos o caprichos del todo minoritarios".
Además, consideran "absolutamente desorbitado" el presupuesto de unos 1,2 millones de euros para este proyecto y opinan que hay muchas otras mejoras que hacer, como su deficiente calefacción, la accesibilidad o la iluminación, tanto interna como externa, que son más urgentes y necesarias que cambiar las puertas.
El proyecto de Antonio López está enmarcado en el VIII centenario de la Catedral burgalesa que se está celebrando este 2021. Su instalación está prevista para semanas antes del próximo 20 de julio, fecha exacta de la efeméride.
De forma paralela, uno de los firmantes del manifiesto, el pintor Juan Vallejo, ha iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change.org, donde ya ha recabado más de 30.000 apoyos. También ha dirigido escritos a la Junta de Castilla y León, Unesco e Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) expresando sus reparos al proyecto tal y como está concebido.