Cuenta atrás en Hollywood para la gran fiesta del séptimo arte, que este año tendrá un formato mucho más íntimo por la pandemia. En la 93ª gala de los Premios Oscars, habrá solo 170 invitados repartidos en dos sedes, pero sin perder el glamour de una alfombra roja también más reducida.
Ya está todo preparado para una ceremonia que promete ser histórica porque las restricciones por el coronavirus han obligado a preparar una alfombra roja mucho más reducida, con mucho espacio para poder mantener la distancia, mucho más íntima, aunque completamente presencial.
En este sentido, no se va a permitir que ningún nominado reciba el premio por videoconferencia. Para ello, entre otras pruebas, se les realizará una rápida antes de entrar. Los organizadores quieren que el cine sea el verdadero protagonista de la noche de los Oscars.
Ceremonias peculiares ha habido a lo largo de la historia de los Oscars. En 1942, en plena Primera Guerra Mundial, la ceremonia fue sin brillo ni orquídeas. Tras el asesinato de Martin Luther King, la gala se aplazó. Y, este 2021, por primera vez será una gala pandémica con varias sedes: la estación de tren de Los Ángeles, donde ya toman posiciones los medios de comunicación; el mítico Teatro Dolby, para las actuaciones musicales; y escenarios también en Londres y París para los nominados que no hayan podido viajar.
Será “un formato íntimo", dice la productora de la gala, pero de película porque la retransmisión tendrá estética de cine con encuadre panorámico, presentadores de lujo y una alfombra roja con aforo reducido.
Se trata de una gala con menos expectación que otros años y sin fiestas ni cena gourmet. Pero algunas estrellas ya han recibido como regalo una caja con bebida para brindar por el séptimo arte.