Los vecinos de la Rue Crémieux piden al Ayuntamiento de París que cierre su calle a los turistas
La calle quizá más bonita del centro de París era también la más tranquila. Sin tiendas, no pasaba ni un alma. Vamos que la vida era mucho más que rosa, era de todos los colores. Eso hasta que llegó el teléfono móvil. La fiebre por subir la foto a la red ha arrasado con la paz del lugar.
Los vecinos encuentran serias dificultades para no pisar a los turistas. Incluso temen abrir la puerta de su casa, por si alguien está posando en modo contorsionista al otro lado del dintel.
La Rue Crémieux se ha convertido en el decorado perfecto, 24 horas y gratis, de bodas, despedidas de soltero. Es escenario improvisado y a veces, también baño al aire libre.
Hartos de vivir dentro de la postal de moda, los habitantes de la calle no pueden más y han presentado al ayuntamiento parisino una queja formal. Le piden que la cierre al público, con valla y candado.
Los lugareños le recomiendan a los forasteros volver a hacerse su selfies a la Torre Eiffel.