El culebrón de la 'quedada' para asaltar el Área 51: cancelado por "riesgo de catástrofe humanitaria"
Han quedado en libertad bajo fianza pero se enfrentan a una pena de cárcel de hasta 6 meses
La policía los detuvo tras colarse en una zona restringida y grabar en su interior
Son los primeros arrestos derivados del 'macroevento' organizado en Facebook que animaba a "invadir" la base militar en busca de extraterrestres
En la película ‘Encuentros en la tercera fase’ de Steven Spielberg un grupo de personas se veía impelido a acudir a un lugar, los extraterrestres los llamaban con una tonadilla de cinco notas musicales, que se nos metió en la cabeza, o con la necesidad de dibujar, o esculpir una montaña (con puré de patata, con espuma de afeitar o con barro).
Pero aquello era 1977. Han pasado 42 años y en 2019 las llamadas multitudinarias para ir a conocer a los ‘aliens’ se hacen en las redes sociales. Nada menos que 2,1 millones de personas siguen a día de hoy apuntados para acudir al evento ‘Storm Area 51, They Can't Stop All of Us’ (Asalto al Área 51, No nos pueden parar a todos). A todos no. Pero ya se han producido las primeras detenciones de intrusos.
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Los arrestados han sido Ties Granzier, de 20 años, y Govert Sweep, de 21. Dos 'youtubers' holandeses que habían anunciado en sus redes sociales que estaban en Estados Unidos, que pensaban asistir a la cita convocada en 'Facebook', y que, efectivamente, se colaron en la zona prohibida, lo que les ha costado pasarse unos días en el calabozo, pagar una fianza y estar ahora en libertad con cargos.
Según el departamento del Sheriff del condado de Nye, los agentes encontraron el coche en el que viajaban los dos jóvenes aparcado en las inmediaciones de una instalación nuclear, a unos 15 kilómetros del complejo del Área 51. La policía se incautó de un ordenador, una cámara y un dron con el que ya habían tomado imágenes de la zona. Ambos reconocieron, además, que aunque entendían perfectamente el inglés, decidieron no hacer caso a las numerosas señales de prohibido el paso y de advertencia con las que se encontraron. Toda una temeridad si tenemos en cuenta que algunas de esas señales advierten de que se disparará contra los intrusos. Ahora, ya en libertad, pero con cargos, explican lo sucedido, como no puede ser de otro modo, en Youtube.
La incursión en un área militar restringida les puede salir cara a estos dos ‘youtubers’. Se enfrentan a una pena de cárcel de hasta 6 meses y una multa de 500 dólares sólo por la irrupción en el perímetro del recinto. Pero eso no incluye las consecuencias que puede acarrearles haber grabado dentro de la base o que se demuestre que han volado un dron en una zona de exclusión aérea militar.
Asaltar el Área 51: Un evento que se fue de las manos
Lo que comenzó como poco más que una broma se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para las autoridades de Nevada, para las fuerzas aéreas y para los propios organizadores del evento. La iniciativa ‘Storm Area 51' llamaba a la gente a entrar corriendo en el perímetro de la base con los brazos colgando detrás del cuerpo, ‘al estilo Naruto’, por el personaje de la serie de anime.
El evento colgado en Facebook tenía un tono de broma, pero la masiva respuesta enseguida puso en guardia a las autoridades, que pidieron su anulación alegando que si miles de personas intentaban entrar en una zona restringida podría producirse una tragedia.
El propio impulsor de la idea, Mathew Roberts, decidió entonces cambiar los parámetros de la ‘quedada’ y las reglas de la 'invasión'. Nació entonces ‘Alienstock’, un festival de música que iba a celebrarse los días 19 y 20 de septiembre en la localidad de Rachel, a unos 40 km al norte de las instalaciones del Área 51.
La idea era ofrecer una alternativa lúdica, que no causara problemas, pero que permitiese que los muchos fanáticos de los extraterrestres que se habían apuntado pudieran reunirse. Sin embargo, esta solución tampoco fue bien acogida por las autoridades de la zona. En Rachel apenas vive gente, apenas hay servicios, sólo hay un pequeño hotel para acoger a los visitantes y desde la localidad se advirtió de que la llegada de miles de personas podría suponer un verdadero caos.
Ante esta petición, cuando ya se había anunciado el festival, se había creado una web, se estaban vendiendo entradas, camisetas y hasta se habían conseguido patrocinios como el de Budlight, que diseñó una botella de cerveza exclusiva que regalaría a cualquier extraterrestre que se acercará a pedirla, Mathew Roberts decidió cancelar el festival. O más bien, volver a cambiarlo de ubicación.
En un comunicado en la página web de ‘Alienstock’ Roberts informaba de la cancelación por temor a que se provocara una catástrofe. “Simplemente no queremos que nadie resulte herido o atrapado en medio del desierto” escribe Roberts, que explica que no se dan las condiciones, ni hay infraestructura suficiente en Rachel para acoger a tanta gente. Eso no quiere decir que se anule la cita, solo que cambia de sitio a un lugar mucho menos problemático: un centro de convenciones en la ciudad de Las Vegas.
El cambio de ubicación, sin embargo, no ha acabado con los problemas. ¿Por qué?, pues porque cuando se anunció el primer festival, el que se iba a celebrar junto al Área 51, se sumó a la iniciativa Connie West, una trabajadora del hotel ‘Little A’Le’Inn’, especializado en acoger a los entusiastas de los OVNIs que visitan la zona. West es la titular de los permisos para celebrar el evento y no tiene intención de cancelarlo.
Roberts afirma ahora que ha roto toda relación con West porque no ha sido capaz de garantizar la seguridad del festival y West, en declaraciones a un medio local, dice que ya se ha gastado miles de dólares de su bolsillo en infraestructura, saneamiento y zonas de acampada. De modo que, en Rachel, la ‘quedada’ sigue en pie.
La invasión del Área 51 se ha convertido en un auténtico culebrón que se les ha ido de las manos a sus organizadores, que ha puesto en guardia a las autoridades locales y que ya ha provocado la detención de dos personas.
Los únicos que, por el momento, no se han pronunciado sobre el asunto, parecen ser los extraterrestres, que habrán recibido dos invitaciones para la misma fiesta sin saber muy bien dónde deben presentarse para su encuentro en la tercera fase.