El museo más importante de España no quiere que sus exposiciones estrella se conviertan en una pesadilla para los visitantes por las aglomeraciones. El Prado quiere evitar a toda costa asemejarse en eso al Louvre, dónde a veces es imposible disfrutar de una obra de arte, y sus trabajadores aseguran estar “asfixiados” en una situación “insostenible”. Por eso, el museo español ha decidido no llegar a esa realidad y ha implantado un aforo limitado para ver algunas exposiciones itinerantes.