La historia de Marta, la Greta Thunberg de la educación por Africa en 'Una luz en la oscuridad'
Solo tenía 14 años y Marta se embarcó en la mayor aventura de su vida
Su historia ya ha dado la vuelta al mundo, ha pasado por la ONU
Estrena ahora en España el documental Una luz en la oscuridad'
Solo tenía 14 años y Marta se embarcó en la mayor aventura de su vida. Quería luchar contra la desigualdad infantil. "Ahora todo el mundo lleva un móvil en el bolsillo, pero solo una parte del mundo lleva zapatos en los pies". Y sabía por donde empezar.
La base era siempre la educación. Un pequeño colegio, de una lejana isla del norte de Mozambique, un lugar donde a lo mejor cuando llegas no hay pupitres o el profesor a lo mejor está o a lo mejor no, niños que luchan por salir adelante y profesores que demasiadas veces no están preparados. Como se dice en el documental, "quien enseña lo ha aprendido todo al revés, y al revés no se avanza".
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Como sentarse en un aula y ver cómo un profesor empieza a gritar hablando de amperios y resistencias a niños que no han visto una bombilla o un cable en su vida. O que, incluso, ponen en peligro a los más pequeños, "nuestro profesores hacen que no pases de cursos, si no te acuestas con ellos", cuentan algunos.
Su historia ya ha dado la vuelta al mundo, ha pasado por la ONU donde dejó claro que la clave es "ayudar en lugar de imponer", pues reconoce que a veces es difícil tratar de colaborar desde fuera sin imponer la cultura de uno mismo.
Y ahora, tras mucho esfuerzo, se estrena en los cines para que el mensaje llegue a todo el mundo. Como Marta dice siempre, qué mejor que mandar a un niño a la escuela, qué mejor apuesta para el futuro que educar a un niño. "Tenemos que escucharles y adaptar los modelos de ayudas que tengamos a su realidad y así lograr un intercambio de conocimientos mucho más eficiente. "Creo que lo más importante es aprender a escuchar a toda esta gente, porque nadie puede cambiar mejor su zona que ellos mismos", opina
"Si solo fuese dinero el problema lo podemos solucionar, pero exige coordinación, exige formar profesores y pagarles bien. Son ellos, son los maestros africanos, los niños africanos los que saben lo que necesitan y lo que realmente les hace falta para poder evolucionar y ellos mismos ir desarrollándose, hacerlos partícipes a ellos mismos de su propio cambio yo creo que es fundamental", dice la Greta de la educación en España. Por eso pide ayudas, formación para tener un profesorado de calidad y sobre todo... respeto.
El amor de Marta por esta tierra comenzó a raíz de una charla en su colegio de España y un viaje de fin de curso a las entrañas de Marruecos. Por eso Marta se propone ir más allá y con su amiga Berta emprende un viaje a Mozambique, uno de los países más pobres del mundo. Al norte, en la pequeña isla de Ibo, existe un lugar donde desde hace años se viene aplicando un sistema de educación sostenible basado en la idea de que la limosna o la ayuda gratuita es el peor estimulo para el crecimiento. Ese es el resumen del contenido de un documental que es mucho más.