“Rara vez os acercáis a un pobre para saber de su misma boca la causa de su miseria…”, decía Pérez Galdós, el novelista que más descendió a las capas ínfimas de la sociedad para mostrar su realidad. Y ese testigo lo ha recogido Manuel Jesús Soriano, el autor, además de librero, de El coleccionista de sonrisas(Bravo Ediciones).
Un libro en el que da voz a los sin voz, a los piel de cartón, a los que viven en la calle y no vemos, a los más vulnerables. En esta España de las desigualdades crecientes tras la pandemia, Huelva, la ciudad donde Soriano regenta la librería La Dama Culta (Cardenal Cisneros, 4), el 36,3 por ciento de su población está en riesgo de pobreza o exclusión. Con esa sociedad marginada habla el autor.
Con el parado, con la niña con síndrome de Down a la que hace tiempo no dan chocolate, con el mendigo que gasta los cuatro euros del día en alcohol. Historias anónimas, la mayoría dolorosas, aunque salpicadas aquí y allá de anécdotas más optimistas. Relatos cortos que no dejarán indiferente a nadie.
Las ventas del libro tendrán un destino muy altruista. Hacer realidad la residencia Siempre Juntos, un lugar donde las familias sin recursos, y con algún hijo con discapacidad intelectual o dependencia, puedan mantener la unidad familiar, viviendo en pequeños apartamentos y poder recibir atención especializada.