Joe Rogan se ha convertido en un problema muy grave para Spotify. En 2020, el gigante de la música en ‘streaming’ adquirió por 100 millones de dólares el catálogo y los derechos de emisión de nuevos episodios del podcast de Rogan. Era una gran apuesta con la que Spotify mandaba un mensaje a su principal competidor, Apple, y en menor medida, también a Youtube.
Por un lado, querían disputar la hegemonía que Apple mantenía hasta entonces en Estados Unidos como la plataforma favorita de los usuarios para escuchar podcast. Por otro, le servía para impulsar a Spotify como plataforma para disfrutar de vídeos en streaming. El (vídeo)podcast ‘The Joe Rogan Experience’, que acumula más de 11 millones de oyentes por episodio, también se graba y se emite en formato vídeo con gran éxito en Youtube hasta entonces. Pero esa apuesta parece volverse ahora en su contra.
‘The Joe Rogan Experience’ no es un podcast conspiranoico que se centre en pseudociencias. Sin embargo, en algunos aspectos, Rogan siempre ha jugado al despiste y ha pecado de lo que en la comunidad científica se conoce como ‘cherry picking’. A pesar de existir un amplio consenso científico respecto a un asunto concreto, muchas veces el popular presentador acababa sentando en su plató al autor de una excéntrica teoría que coincidía con sus creencias y que reafirmaba su ‘cámara de eco’. Una postura cuanto menos cuestionable desde el punto de vista ético, que acabó saltando por los aires con la llegada del Covid.
Primero, defendía que un sistema inmune de una persona joven y sana era perfectamente capaz de combatir el SARS-CoV-2 y no se mostraba partidario a las vacunaciones masivas. Pero luego se acabó contagiando. Lo anunció en un post en su cuenta de Instagram, en el que explicaba que se había tomado un cóctel de medicinas para hacer frente al Covid entre las que incluía ivermectina, el célebre antiparásitos para ganado impulsado como cura para el Covid desde el mundo antivacunas y pseudocientífico.
En su plató, por ejemplo, se sentaron los médicos Peter McCullough o el autoproclamado inventor de las vacuanas ARNm Robert Malone, ambos conocidos por sus argumentos que defendían que la pandemia estaba planeada (‘plandemia’) o que las vacunas eran tóxicas para el organismo. Ambos se han convertido en grandes referentes del movimiento antivacunas global y Rogan ofreció su podcast como altavoz millonario a sus teorías.
Su actitud acabó provocando que 270 científicos firmasen una carta pública en la que condenaban la desinformación vertida desde ‘The Joe Rogan Experience’ y exigían responsabilidades a Spotify. Una dura carta que muy pronto tuvo las primeras consecuencias.
Primero fue Neil Young el que anunció que retiraría su catálogo del a plataforma en señal de protesta. A Young le siguió Joni Mitchell, los excompañeros de Young, Crosby, Stills y Nash, el guitarrista Nils Lofgren y la cantante India.Arie.
Luego fueron Meghan y Harry los que pidieron explicaciones a Spotify. Hasta la Casa Blanca se postuló en el asunto. La gran preocupación ahora es que esa ola de protestas se extienda y artistas que generan grandes beneficios para la compañía sigan también el camino de Neil Young.
Las protestas provocaron que Joe Rogan se viese obligado a pedir disculpas, o al menos lo intentó. Spotify también ha emitido varios comunicados en lo que también ha reconocido sus errores y ha asegurado que será más transparentes con sus políticas contra la desinformación y los bulos. De momento, se ha comprometido a emitir un comentario que avise de la posible desinformación antes de contenidos controvertidos. Pero para muchos se quedan cortos.
Por si fuera poco, tras la polémica con el coronavirus, en las últimas horas están surgiendo vídeos de supuestas actitudes racistas de Rogan. Vídeos en los que aparece usando el término despectivo ‘nigger’ (negrata). Término que, sin importar el contexto, está totalmente prohibido para cualquier persona blanca. En su lugar se utiliza el término ‘n-word’ (esa palabra que empieza por ‘n’), ya que sólo pronunciarla, aunque sea en un contexto de denuncia, se considera una ofensa. También se ha rescatado un chiste en el que el presentador califica una sala de cine llena de personas de raza negra como ‘El planeta de los simios’.
Las acusaciones de racismo han provocado un nuevo vídeo de disculpas de Rogan, en el que asegura que la cosa “más vergonzante” de la que jamás había tenido que hablar.
Tras su compra por Spotify, la plataforma eliminó discretamente del catálogo del presentador sus capítulos más polémicos. Entre esos episodios desaparecidos se encontraban las infames entrevistas que le hizo al polémico Alex Jones, en las que Rogan permitió que mintiese descaradamente al asegurar que nunca había impulsado la teoría de que la matanza de la escuela de primaria de Sandy Hook en la que murieron 20 niños y 8 adultos era todo un montaje y un atentado de falsa bandera.
Ahora, tras la última polémica, han desaparecido otros 70 episodios. Toda una afrenta, teniendo en cuenta que Rogan se ha erigido en uno de los grandes defensores de la libertad expresión y azote de la ‘cancel culture’.
Rogan comienza sus andanzas como actor cómico en varias series de televisión, pero su gran salto a la fama llega de ‘Fear Factor’. Fue durante años el presentador del programa de gran éxito, en el que se desafiaba a los concursantes a superar pruebas en las que, por ejemplo, se tenían que meter en una caja llena de cucarachas o arañas para seguir avanzando.
Durante sus años como presentador, acumula el suficiente dinero como para dedicar sus esfuerzos a cosas que realmente le apetecían. Por un lado, se convierte en comentarista y una de las caras visibles del, por entonces, muy controvertido nuevo deporte, las artes marciales mixtas. A día de hoy, Rogan sigue siendo el principal comentarista de la UFC en la que milita el célebre Connor MCGregor, por ejemplo.
Por otro, lanza su vídeopodcast, ‘The Joe Rogan Experience’. El podcast rompe con todas las tendencias del momento. Mientras todo el contenido en Internet se dirige a vídeos cada vez más cortos, Rogan ofrece una distendida charla de varias horas desde el sótano de su casa con amigos (personalidades de la UFC, cómicos monologuistas, personajes célebres y polémicos y figuras destacadas en su campo, ya sea la ciencia o los negocios. Rompe todas las audiencias y se convierte en una máquina de generar audiencia.
Además, en los últimos años Rogan ha lanzado su carrera como monologuista, llegando incluso a grabar un especial para Netflix.
Es todo un creador de opinión con una legión de seguidores y una de las personas más influyentes de Estados Unidos. Aparecer en su podcast ha supuesto, sobre todo para muchos cómicos, un antes y un después en su carrera. Varios de sus amigos han lanzado podcast de mucho éxito, en gran parte gracias al trampolín de visibilidad que les daba ‘The Joe Rogan Experience’.