La fotográfa Anya Bartels ha estado durante estos 2 meses de confinamiento retratando las soledades, los miedos, las pérdidas, que todos sufríamos. La propia artista nos comentaba que también se fue dando cuenta de cómo ese vacío se iba llenando de valores humanos. En cada balcón, vio y capturó con su cámara, cómo somos capaces de crear lazos antes inexistentes, dar amor y ayuda, e inyectar incluso alegría a la tristeza.