"Estamos en un modelo obsoleto y hay un modelo que está por llegar en el que, indudablemente, internet jugará un papel muy importante, pero no se sabe exactamente muy bien cuál va ser aún", ha manifestado en una entrevista durante su visita a la Agencia EFE.
González Macho cuenta en su candidatura con Marta Etura y Judith Colell y se enfrentan a Bigas Luna, Leonor Watling y Yousaf Bokhari en unas elecciones que se celebrarán el domingo 10 de abril.
Su programa, que propone considerar "por igual" a todos los que forman parte del proceso cinematográfico, desde los electricistas a los directores de relumbrón, ha dicho, tiene una vocación integradora desde el punto de vista político, porque "somos 1.300 personas con todo tipo de ideología y sensibilidades y todas merecen un mismo respeto".
En ese sentido, ha puntualizado que la Academia "tiene que ser apolítica, no puede ser de otra forma".
Este cántabro de 63 años se inició en el mundo del cine cuando todavía vivía Francisco Franco. Fue uno de los introductores en España de las Versiones Originales Subtituladas (V.O.S) y su defensa del cine español es de sobra conocida, al igual que su compromiso, a lo largo de los últimos treinta años.
Por ello, dice, ha vivido todos los cambios del cine: del Dolby al Sensurround, y ahora, la digitalización: "el cine va a ser de multipantallas, seguirán existiendo las salas de cine, la televisión y el vídeo, y luego vendrá internet, que hoy es gratuito, pero nos guste o no -augura-, internet en todas sus facetas irá siendo cada vez más de pago. Lo gratis se ha acabado".
Y ese será, según él, el futuro: "cuando uno quiere ver calidad en cualquier sector, sea deportes, cultura o entretenimiento, tiene que acudir al pago".
Asequible, diáfano y cordial, González Macho -que acude a la entrevista de traje y sin corbata- es un torrente de palabras que se declara "de izquierdas" y "torrentiano" (por "Torrente", de Santiago Segura.
Le preocupa la "lacra" de las subvenciones del cine español: "parece que está todo supeditado a eso y no es cierto -apunta-. Las subvenciones representan el 17 por ciento de la cifra de negocio de la producción y al mismo tiempo es rentable para el Estado; está demostrado que por cada euro hay un retorno de tres".
Añade que el cine, en cualquier país del mundo, "excepto en la India", que no sabe bien "cómo es exactamente", sobrevive porque tiene algún tipo de subvención o desgravación.
"Nos gustaría que se sustituyera la subvención y se consiguiera financiación a través de desgravación fiscal de capital privado. Poder suprimirlas o hacerlas desaparecer hasta quedar en algo simbólico para determinado tipo de cine experimental", afirma, aunque sabe el sistema impositivo español "complica" el asunto.
"Es una losa que tenemos encima constantemente", se lamenta, al tiempo que deja caer que la subvención española al cine es "siete veces y media menos que en Francia, y tres veces y media menos que en Alemania".
Con más de 40 películas producidas, el presidente de Alta Films y propietario de los cines Renoir, adelanta que su trabajo en la Academia pasará por acercar el cine a la sociedad -al consumidor-, y a la prensa "que no comprende bien cuál es el cine español, cómo, por qué y de qué forma se hace".
González Macho, Premio Nacional de Cinematografía 1997, advierte también a las televisiones privadas que tienen las concesiones de sus antenas de forma gratuita, lo que no sucede en ningún país del mundo: "algo" tendrán que devolver, aunque sólo sea a través de la emisión de cine español.
De su rival, Bigas Luna, dice que es "inteligente" y que son amigos: "nuestras candidaturas -explica- son como las vías de un tren, van en paralelo hacia un determinado lugar, pero no tienen por qué cruzarse, ni tocarse. Cada uno tiene sus propuestas y los académicos son mayores de edad para elegir lo que quieran".