El Festival de Glastonbury (Gran Bretaña) ha prohibido la venta de botellas de plástico de un solo uso durante su celebración. La idea era inspiradora y buscaba concienciar a sus asistentes. Sin embargo, está iniciativa no ha evitado que se acumularan toneladas de basura.
La botella de agua se suma así a la larga lista de preparativos para llevar a un festival. Glastonbury tomó la iniciativa, a pesar de estar en media ola de calor, los asistentes tenían que llevar consigo su propia botella de agua y podían rellenarla en varios puntos habilitados para ello, lugares que se convirtieron en toda una odisea con las altas temperaturas.
Más de 200 mil asistentes aceptaron la propuesta, y finalmente el resultado volvió a ser las toneladas de basura que un festival genera. Aunque en está ocasión, los testigos aseguran que hay mucha menos cantidad.
Para que el plástico no sea un problema no solo deben prohibir la entrada de botellas procesadas con este material, sino, aportar soluciones. Es lo que ocurrirá en el Festival gallego Resurrection donde, además, enseñaran cómo y dónde poder reciclar la basura con divertidos juegos, y en Barcelona la bebida en el Cruilla se servirá en vasos cien por cien biodegradables. Pero para que todas estas iniciativas funciones, los asistentes tienen que saber actuar y llevar estos residuos al contenedor.