Siete años después de su última edición, el Festival de Música Electrónica de Coruña ha vuelto a celebrarse este 18 de agosto durante las fiestas de María Pita en la ciudad gallega donde las medidas de seguridad sanitaria impuestas con motivo del covid han hecho que muchos hayan preferido organizar su fiesta alternativa fuera del recinto del concierto, de pie, sin mascarilla y sin distancia de seguridad.
El regreso del evento, muy esperado por los amantes de la música electrónica, se había preparado teniendo en cuenta la situación sanitaria marcada por el coronavirus. Los asistentes tendrían que estar sentados, con mascarilla y no podrían ni beber ni comer. Ante esta tesitura, algunos de los 'festivaleros' han optado por ver el concierto desde el exterior del concierto para así poder bailar y beber a gusto.
En el parque de Santa Margarita había dos zonas diferenciadas. La primera podía identificarse claramente con un panorama marcado por la crisis sanitaria pero la segunda recordaba más a 2019. Con la música a todo volumen, los asistentes se agarraban como podían a las sillas resintiendo las ganas de ponerse de pie y bailar.
A unas pocas decenas de metros, el descontrol y la euforia se habían apoderado de las personas que disfrutaban de la música desde el exterior. Con un cartel formado por artistas como Murcof o Sergi Palau, el festival no tardó en agotar sus entradas.
Los límites de aforo marcados por la pandemia han dejado un contraste evidente entre los que siguen las normas básicas y los que sólo quieren pasarlo bien. Según los organizadores, son imágenes que distorsionan la realidad del festival y preocupan de cara a próximos eventos.