Mientras que la administración pública todavía no ha organizado la gran antológica que la familia de Ocaña reclama desde hace años, ha sido una entidad cultural polivalente la que ha rescatado ahora de colecciones privadas y del fondo de Luisa Ocaña varios lienzos del artista plástico, algunos de ellos inéditos, para darlos a conocer al gran público.
Además, aprovechando que Setba ocupa el mismo piso en el que residió el pintor durante el último año de su vida, entre 1982 y 1983, muestra un friso de angelitos azules plasmado en una de las paredes de una de las habitaciones.
El director de Setba, Darío Olaortua, explicaba hoy a los periodistas que desde que adquirió este espacio -en el que también vivió durante una época el cantante Lluís Llach- pensó en organizar una exposición de homenaje al pintor colorista y naïf, así como mostrar los ángeles que pintó poco antes de morir en una de las habitaciones.
El hermano de Ocaña, Jesús, ha agradecido la iniciativa y ha prometido, vehemente, que a partir de hoy ya no volverá a pedir a ningún concejal de Cultura del Ayuntamiento que organice una antológica, como la que se preparó en la Virreina de Nazario, aunque todavía pueda utilizarse como "excusa" que en septiembre de 2008 se cumplieran los 25 años de la muerte por accidente de su gemelo.
En "Entorno Ocaña", el público podrá conocer unas veinticinco obras del artista, desde acuarelas, dibujos, acrílicos o óleos, de entre los años 1977 a 1983, en los que se reflejan sus emblemáticas flamencas o algunos de sus autorretratos.
Además se puede observar una de sus vírgenes o unas curiosas acuarelas sobre servilletas de papel de la Granja de la Pallaresa, pertenecientes a la colección de Teresa Calzada.
Un emocionado Jesús Pérez Ocaña ha rememorado los inicios de su hermano como pintor de brocha gorda -llegó a pintar y decorar la casa de la fallecida escritora Montserrat Roig- así como su faceta como agitador en varios ámbitos, especialmente, en los años de la Transición.
"Mi hermano -ha subrayado- era maricón, también teatrero, libertario y una persona luchadora, pero ahora estoy muy contento de que se hable de él como pintor y quiero que la gente reconozca su obra".
Como ya es habitual en Setba, la exposición de Ocaña servirá para otras actividades como una conferencia sobre la obra del artista a cargo del dibujante y amigo Nazario y de la catedrática de literatura española Luisa Francisco.
Asimismo, el día 5 de marzo, diez días antes de la clausura de la muestra, se proyectará la película de Ventura Pons "Ocaña, retrat intermitent".
Nacido en 1947 en Cantillana (Sevilla), donde murió y está a punto de inaugurarse un museo con obra suya, Ocaña recaló en Barcelona a los 23 años para poder dar salida a su creatividad y, pronto, se convirtió en un icono de la ciudad, no dudando en pasear por la Rambla travestido de flamenca.
Las fiestas populares, la iconografía religiosa o la temática andaluza fueron fuente de su inspiración, que trasladó a la pintura, aunque también es el creador de esculturas de papel maché, siempre de colores vivos.
Irene Dalmases