Una escultura al diablo divide Segovia
Dice la leyenda que el diablo levantó el acueducto de Segovia en una noche para conquistar a una dama. Pues bien, el supuesto constructor ahora reinvidica su hueco. Un médico jubilado ha hecho una escultura de un demonio gordito y sonriente que se está haciendo una autofoto con el monumento de fondo. Su intención es que luzca cerca del acueducto pero no todos están de acuerdo.
Una asociación católica está frenando la instalación de la figura porque ofende, dice, los sentimientos religiosos. Asegura que es una exaltación del mal. Para algunos vecinos lo que atenta la obra es contra la estética, la consideran fea.
El autor no da crédito al revuelo. Mientras, el Ayuntamiento apuesta por colocar el diablillo. Insiste en que ha sido una donación y en que se trata de un reclamo ingenuo para atraer turistas. Decidirá el destino final de la escultura un juzgado. El Mefistófeles de piedra solo quería hacerse un selfie pero ha disparado la polémica.