Xabier Anduaga (San Sebastián,1995) está feliz, acaba de ganar el premio al Mejor Cantante Joven en los considerados Oscar de la ópera (los International Opera Word), y además está ensayando en el Teatro Real su papel de Guglielmo para la obra Viva la Mamma de Gaetano Donizetti.
El tenor vasco tuvo además la fortuna de ver la ceremonia de los premios en el mismo Teatro Real rodeado de compañeros.
"Me avisaron de que se iba a reunir en la Sala Gayarre y me invitaron a verlo con ellos. Fue muy emocionante. Primero sobre las 19:45 anunciaron mi premio y todavía estábamos celebrándolo cuando anunciaron que el Real ganaba el de la mejor compañía de ópera del mundo", cuenta contento y explica que mientras se chocaban los codos, bajo las mascarillas de los reunidos se intuía una gran sonrisa, la misma con la que Anduaga afronta estos últimos días.
"Es muy ilusionante porque empiezan a llegar buenas noticias, las necesitamos, ha sido un año muy complicado", confiesa el artista que incluso ha tenido que aplazar su boda. "Eso fue duro pero lo de menos", explica. Lo importante es que en el tiempo de confinamiento le ha hecho darse cuenta que prefiere "no vivir para el trabajo", por mucho que le guste cantar.
A sus 25 años, y con la agenda prácticamente llena de compromisos profesionales, este 2020 de incertidumbre y miedo que hemos vivido casi corta sus alas de tenor. Tuvo que afrontar cancelaciones y ajustar su vida. No solo porque se vió obligado a aplazar su boda con su pareja y profesora, la soprano Elena Barbe (San Sebastián, 1983), también tuvo que acostumbrarse a vivir en San Sebastián más tiempo de lo habitual, (suele pasarse la mayoría del año viajando por motivos profesionales) y afrontar, como todos, el miedo a que el coronavirus atacara a sus seres queridos. "Ya han vacunados a mis abuelos y a mis padres", cuenta aliviado. Ahora empieza de nuevo a disfrutar del futuro, ese que llega no solo con un reconocimiento internacional con nombre de premio, también el que afronta desde hace unos días ensayando la obra de Donizetti que el Teatro Real estrenará el 2 de junio.
"Está siendo muy divertido. Los cantantes nos lo estamos pasando muy bien, así que yo creo que el público también se va a divertir", confiesa. Viva la Mamma es un enredo satírico sobre el mundo de la ópera que en esta ocasión estará bajo la dirección musical de Evelino Pidò y José Miguel Pérez Sierra, y bajo la dirección de escena del prestigioso director francés, Laurent Pelly.
"Pelly ha montado una producción fantástica, es una ópera divertida, pensada para que el público se ría, pero es que además nos estamos riendo mucho nosotros los cantantes. Estamos trabajando con mucha precisión en las coreografías y en el humor. Tengo la suerte de que en el elenco con el que trabajo está el barítono Carlos Álvarez que me parece un espectáculo, verle hacer de mujer es maravilloso", explica emocionado.
Y para que el coronavirus no se presente de invitado cuenta Anduaga que están teniendo mucho cuidado, con pruebas PCR y mascarillas, además de todas las medidas de seguridad posibles. "Aún así no sabes, por algo es una pandemia mundial, aunque tomes medidas te puede tocar", comenta tras aclarar que ha vivido de cerca el contagio de alguno de sus seres queridos.
Si no hay ninguna incidencia hasta el 14 de junio estará con Viva la Mamma en el Real y luego viajará a Mallorca donde tiene apalabrado un concierto, y después a Nápoles. "Parece que vamos recuperando la normalidad. A partir de septiembre empieza otra vez la temporada de la ópera", cuenta esperanzado.
Lo cierto es que desde que empezó a cantar con 8 años en el coro de niños del Orfeón Donostiarra, Anduaga lo tenía claro, lo suyo era la ópera. Y poco a poco lo ha ido demostrando. No solo en su debut en 2016 con Il viaggio a Reims de Pésaro (Italia) donde conquistó al público, el donostiarra se ha ido ganando a todos allá donde ha actuado: Italia, España, Alemania, Francia...
Tras ganar en 2017 cinco premios en el concurso de canto Tenor Francisco Viñas, los críticos empezaron a fijarse en él. Y en las críticas coinciden, destaca por su su canto tan natural como virtuoso, su técnica y sus agudos. Pero sobre todo por su madurez. Esa que estos días le hacen meditar el futuro con calma.
Por eso, mientras llega esa ansiada normalidad Anduaga seguirá trabajando como siempre lo ha hecho, con cabeza. Estudiando cuando no tiene que ensayar o actuar. Tiene claro que ha elegido una carrera que requiere mucho sacrificio y aunque confiesa que ser elegido mejor cantante joven en los International Opera Award es "un arma de doble filo" que le supone más responsabilidad" porque el público "tendrá más expectativas", explica que es una presión que "le motiva".
El premio, cuenta antes de despedirse, lo celebrará cuando pueda con su pareja comiendo en un buen restaurante, "como buenos vascos, nos gusta comer".