Para escapar de lo áspero y duro que a veces puede llegar a ser el día a día, en muchas ocasiones hay gente que busca rodearse de experiencias que les hacen vivir en su propio mundo ‘ideal’. Un ensayo del filósofo Simon May reflexiona sobre ello en el libro ‘El poder de lo cuqui’, donde analiza, precisamente, por qué nos engancha lo ‘cuqui’, lo adorable, lo bonito, lo ‘mono’.
Peluches, comida, ropa... Están por todas partes y nos despiertan emociones. Ni moda ni capricho estético, es una expresión de nuestros miedos. Los expertos aseguran que nos refugiamos en lo ‘cuqui’ porque la realidad es fea: “Surge en las ciudades occidentales como un mecanismo de defensa ante los cambios, las transformaciones y los miedos que nos provoca la sociedad en la que vivimos”, explica el periodista Javier Blánquez.
Lo ‘cuqui’ es infantil e inofensivo, pero por otra parte... también extraño e inquietante.