Echan del Prado a una pareja por desnudarse
Como un turista más, Adrián Pino compra su entrada, visita el museo, para delante de la obra escogida y se quita la ropa. Dispuesto a reinterpretarla, a reivindicar feminidad, y todo, --nos confiesa--, por amor al arte: "Que se reconozca mi cuerpo como una obra de arte". Ayer volvió al Prado. Acompañado, posó delante de Adán Y Eva y lo volvieron a echar.
Así se ha recorrido toda Europa. No se le ha resistido ni el David De Miguel Ángel, ni la mismísima Mona Lisa. Normalmente le cuesta una sanción de 50 a 500 euros cuando se atrevió con la Fontana de Trevi.
Provoca debate y reacciones. No es el primer desnudo en una pinacoteca. Una artista recreó a la Olympia de Manet; otra hizo una oda a la maternidad. Hay quien lo hace para protestar o como modo de vida: los nudistas ya son bienvenidos en un museo de París.