El Festival de la Canción de Eurovisión ha arrancado este martes su 65 edición, la que no se pudo celebrar en 2020 a causa de la pandemia de covid-19, con una primera semifinal en la que Malta ha ratificado sobre el escenario los pronósticos que la han situado como una de las favoritas.
El programa, en el Ahoy Rotterdam, 16 países compitieron por las 10 plazas disponibles para la gran final de este sábado 22 de mayo.
Así, los 10 países que han conseguido una plaza en la final han sido: Noruega, Lituania, Israel, Chipre, Rusia, Suecia, Azerbaiyán, Bélgica, Malta y Ucrania. En este grupo no se encuentra España porque, como miembro de uno de los cinco territorios que más aportan económicamente a la Unión Europea de Radiodifusión, pasa directamente a la final del certamen.
La elección de estas 10 plazas se realiza con la puntuación del jurado profesional que se emite tras el ensayo sumada a los votos de los espectadores, en una relación a partes iguales. De esa suma se han deducido los 10 finalistas de este festival.
El resto de países que se han quedado a las puertas de la gran final y que competían este martes han sido Eslovenia, Macedonia del Norte, Irlanda, Croacia, Rumanía y Australia. Este último ha sido la gran sorpresa y una de las grandes decepciones de la noche.
Montaigne, su representante, con su tema 'Technicolour', no ha convencido ni al jurado ni a los espectadores de la semifinal. Además, la representación del país ha sido muy particular porque su cantante no ha estado físicamente en la gala. Debido a las fuertes restricciones de su país frente al covid, no pudo viajar a Países Bajos y por lo tanto ha tenido que participar a través de un vídeo ya grabado, en un falso directo con un escenario similar al de la semifinal, como recoge El Confidencial.
Esta es la primera eliminación de Australia desde que participa en Eurovisión en el año 2015. El país comenzó como invitado de la Unión Europea de Radiodifusión durante el 60º aniversario del festival, pero finalmente se convirtió en participante habitual.