Bruce Springsteen conseguía con su séptimo disco el mayor éxito de su carrera, con 15 millones de copias vendidas en Estados Unidos, pero la victoria se tornó amarga: su reivindicación de la cara más pobre de su país y su crítica a la guerra de Vietnam fueron dadas la vuelta por el entonces presidente, Ronald Reagan, que decidió usar el éxito de la canción para aglutinar a la nación a su alrededor.
En ese álbum, además de ofrecer su habitual calidad rockera, entraba más que nunca en la realidad social y política de ese país del que él reivindicaba el derecho de sentirse orgulloso con razón y al que, por tanto, exigía un cambio en la política de Reagan.
Así, en él confluían el éxito ya logrado por "Born to Run", "The river" y la reflexión íntima de su "Nebraska". De nuevo con el apoyo de la E Street Band, entonces, se abrazó el compromiso al éxito, lo que le dio esa mayor trascendencia como artista y le convirtió en uno de los grandes.
"Me metí en un pequeño jaleo en el pueblo. Así que me pusieron un rifle en mi mano. Me enviaron a un país extranjero... para que matara hombres amarillos", recitaba la canción que daba título al disco del músico de Nueva Jersey.
Y "llevo diez años quemando la carretera. Sin sitio adonde huir, no tengo adonde ir", finalizaba el retrato desde la perspectiva del veterano de guerra y dando, sin duda, pocas concesiones al sueño americano.
Springsteen publicó "Born in the USA" el 4 de junio de 1984 y logró el número uno en el Billboard durante cuatro semanas. Su portada mostraba, sobre el fondo de las barras y las estrellas, al "Boss" de espaldas, con una bandera saliendo del bolsillo trasero del pantalón.
Mientras unos incluso interpretaron esa imagen como que estaba orinando sobre la bandera, otros quisieron ver lo contrario. El "Boss", indignado por el mensaje desvirtuado de su disco, se negó a ceder para publicidad de Chrysler la canción por la tentadora oferta de 12 millones de dólares de la época.
Hoy en día, la canción es un clásico indiscutible, al igual que el disco, que fue desgranando las perlas de su interior en forma de siete singles colocados en el "Top 10" en Estados Unidos. Y su éxito traspasó por primera vez las fronteras de ese país al que cantaba.
De él también se extrajo uno de los mayores éxitos del cantante: "Dancing in the Dark", cuyo vídeo, tan básico y efectivo en su momento como desprestigiado hoy en día, fue dirigido por Brian De Palma.
El éxito profesional desembocó también en el personal: durante la gira de promoción de "Born in the USA", Springsteen hizo un descanso para casarse con la actriz Julianne Philips, el 13 de mayo de 1985.
"Cover Me", "Darlington County", "Working on the Highway", "Downbound Train", "I'm on Fire", "No Surrender", "Bobby Jean", "I'm Goin' Down", "Glory Days" y "My Hometown" completaban ese tapiz costumbrista e inconformista tejido por el "Boss".
Ahora, algunos de esto temas forman parte del "Greatest Hits" que se edita en España y que resume una carrera con dieciséis álbumes y premiada con 19 premios Grammy.
Además, este disco se edita justo antes de que Springsteen lleve su gira "Working on a Dream" -título todavía reivindicativo- a Bilbao, Benidorm, Sevilla, Valladolid y Santiago de Compostela para ofrecer su música en directo, que ha sido siempre una de sus grandes armas.
Mateo Sancho Cardiel