La entrega de estos premios, en la que intervinieron grandes actores de los escenarios de Broadway, tuvo lugar en el Radio City Music Hall de Nueva York, fue presentado por Neil Patrick Harris y comenzó con las actuaciones de Elton John, Liza Minnelli y Dolly Parton, entre otros que realizaron diversos números musicales de las obras candidatas.
"Billy Elliot" se llevó los premios al mejor director (Stephen Daldry), al mejor actor, compartido por sus tres protagonistas adolescentes: David Alvarez, Trent Kowalik, and Kiril Kulish, y al mejor musical.
Acaparó también los galardones de mejor libreto musical (Leo Hall), coreografía (Peter Darling), diseño de escenario musical (Ian MacNeil), iluminación (Rick Fisher), sonido (Paul Arditti) y orquestación (Martin Koch), este último compartido con "Next to Normal" (Michael Starobin y Tom Kitt).
La triunfadora de la noche cuenta la historia de un joven británico, procedente de una región minera y su triunfo en la danza, pese a las múltiples dificultades que enfrenta.
Con música de Elton John, está protagonizado por tres bailarines, de los que uno es Álvarez, un canadiense de origen cubano y de 14 años, quien tuvo que aprender inglés y simular acento británico para este papel de la versión musical de la cinta del mismo título que relata la lucha de un niño por cumplir su sueño de dedicarse al ballet.
En el terreno de la actuación, el musical de Elton John se llevó también el premio al mejor actor secundario (Gregory Jbara).
La mejor actriz secundaria de musical fue para Karen Olivo, de origen dominicano, puertorriqueño y chino, por su papel como la temperamental Anita de "West Side Story".
En la categoría de musicales, Liza Minnelli y su espectáculo "Liza at the Palace", fue premiado como el mejor evento especial teatral, y el de mejor reestreno musical fue para "Hair".
"Shrek The Musical", uno de los grandes éxitos de Broadway en esta temporada, se llevó el premio al mejor vestuario, por las creaciones de Tim Hatley, pero no consiguió hacerse con otros de los premios a los que optaba, como el de mejor musical.
El Tony a la mejor obra musical original de teatro fue para "Next to Normal", con música de Tom Kitt Lyrics, y letras de Brian Yorkey, que también se llevó el de mejor actriz principal para Alice Ripley.
En la categoría de obras teatrales, el premio a la mejor obra fue para "God of Carnage", que también se llevó el de la mejor dirección (Matthew Warchus) y mejor actriz (Marcia Gray Harden).
El premio al mejor actor principal fue para Geoffrey Rush por su megalomano King Berenger en "Exit the King".
El mejor diseño escénico fue para Derek McLane y "33 Variations", escrita y dirigida por el venezolano Moisés Kaufman que versa sobre la fascinación de Beethoven por una pieza musical en concreto, y que está protagonizada por Jane Fonda, quien se quedó sin el premio a la mejor actriz por el que optaba.
El Tony de diseño de vestuario fue para Anthony Ward por "Mary Stuart" y el de sonido para Gregory Clarke, en "Equus", mientras que el de iluminación fue para Brian MacDevitt, en "Joe Turner's Come and Gone", una obra que también se llevó el premio al mejor actor en esa categoría, en la persona de Roger Robinson.
En la categoría femenina, ese galardón fue para la veterana Angela Lansbury, por su interpretación en "Blithe Spirit", y como galardón a toda una trayectoria sobre los escenarios, el Tony fue para el compositor Jerry Herman, creador de grandes y exitosos musicales como "Hello, Dolly!" o "La cage aux folles".
Los premios Tony, fundados en 1947 y que llevan el nombre de la actriz, directora y productora Antoinette Perry, son considerados como los más prestigiosos de la escena teatral estadounidense, y son equivalentes a los Oscar en el cine, a los Grammy en música y a los Emmy en televisión.
A la velada asistieron artistas conocidos del cine y los escenarios como Susan Sarandon, Jessica Lange, Anne Hathaway, James Galdonfini o Will Ferrell, entre otros.
Cerca del Radio Music City Hall, en las inmediaciones de Times Square y Broadway, el tráfico se interrumpió y se instalaron pantallas gigantes, desde las que cientos de neoyorquinos siguieron la entrega de premios de la gran noche de los escenarios de este país.