"Esta es una decisión que parte de la presidencia de IFEMA y a partir de ahí yo no tengo más que decir que que no me parece que hubiera que haber tomado esa decisión. En cualquier caso, no la comparto", ha dicho.
A su juicio, era mejor que la obra se hubiera quedado. De hecho, ha revelado que recomendó a la galerista que no la retirara y que convencieran entre todos al presidente de IFEMA.
Urroz no ha entrado en si es una cuestión de sensibilidades políticas ni ha aclarado si la retirada se trata de un acto de censura. "Las galerías son espacios privados, tienen la libertad de poner lo que quieran y de quitarlo y la decisión es de Helga de Alvear. El presidente (de IFEMA) le ha pedido una cosa y Helga ha accedido. No sé si es censura", ha comentado para asegurar que por negarse a retirarla no se habría expuesto a una exclusión de la feria en próximas ediciones.
"Mi cargo está siempre a disposición de IFEMA, lo ha estado desde el primer momento. Siempre lo he dicho: mientras sea útil estaré y cuando no sea útil, dejaré de estar", ha zanjado.