Un ‘mandaloriano’ entra en un bar. Podría ser el inicio de un chiste del borde exterior de la galaxia muy, muy lejana de Star Wars, pero es exactamente eso lo primero que vemos en el primer capitulo de la primera serie de acción de real de Star Wars que acaba de estrenarse en el nuevo servicio de streaming de Disney en los países en los que ya puede verse, y no, España no es uno de ellos de momento. Aquí nos va a tocar esperar hasta el 31 de marzo de 2020 para poder verla. La primera temporada, y ya se ha confirmado una segunda, constará de ocho episodios que, aparte de este primero, se estrenarán de uno en uno todos los viernes. El segundo este viernes 15 de noviembre.
En NIUS, sin embargo, ya hemos podido ver el estreno de esta serie, anunciada como uno de los platos fuertes de la nueva plataforma de la compañía del ratón Mickey, y hemos de reconocer que, a pesar de su corta duración, apenas 36 minutos, y de ser una mera presentación, nos ha gustado.
La acción de la serie se encuadra cinco años después del episodio VI de la trilogía clásica de Star Wars, es decir, cinco años después de ‘El Retorno del Jedi’. La Alianza rebelde ha vencido al Imperio y el Emperador está muerto - o eso creíamos, veremos qué nos cuentan en ‘El ascenso de Skywalker’ que se estrena a finales de diciembre en los cines -.
En la galaxia, sin embargo, muy pocas cosas han cambiado. El ambiente que nos traslada ‘El Mandaloriano’ es el de un mundo de ‘western’ de frontera, o más bien de varios mundos. Vemos tres diferentes en el primer episodio, aunque en ningún momento nos dicen cuáles son ni dónde están.
La sensación es que estamos en lo que en el universo de Star Wars llaman el borde exterior. Los planetas fuera del núcleo galáctico y aquí, la verdad, poco parece importar que ya no haya un Imperio y que ahora la que mande sea la recién fundada ‘Nueva República’. A grandes rasgos, apenas hay diferencias entre las condiciones de vida del pequeño Anakin Skywalker en Tatooine en el Episodio I de la saga, el ambiente de las cantinas, como la de Mos Eisley en la que Luke y Obi Wan conocen a Han Solo y Chewbacca, o el desolado Jakku en el que la joven Rey pasa su infancia y adolescencia como chatarrera al inicio del episodio VII ‘El despertar de la fuerza’.
Para los personajes de ‘El Mandaloriano’ poco parece importar quien haya ganado la guerra, más allá de los traumas personales que a cada uno les hayan provocado esos conflictos. Ya en este primer episodio podemos atisbar que nuestro protagonista carga con uno de esos traumas desde su infancia, así que, haciendo cálculos, es más que posible que los ‘flashbacks’ que vemos en un momento del capitulo hagan referencias a lo ocurrido en el planeta Mandalore durante las ‘Guerras Clon’, ese conflicto que la factoría de George Lucas nos mostró en la trilogía de precuelas (Episidios I al III) y en la magnífica serie de animación ‘The Clone Wars’ cuya última temporada se estrenará también en Disney Plus.
‘El Mandaloriano’ es, pues, un producto estrechamente imbricado en lo que ya conocemos del universo de Star Wars. No en vano este primer capítulo lo dirige Dave Filloni, el principal responsable de las dos series de animación que han ampliado la galaxia desde el estreno de las precuelas a principios de siglo: ‘The Clone Wars’ y ‘Rebels’. A Filloni lo acompaña en la creación de esta nueva derivada de las aventuras de Star Wars a cargo del guión el actor y director Jon Favreau, fan confeso de la saga y uno de los principales responsables de la creación del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU). Él fue el director de la película que abrió la serie, el primer ‘Iron Man’, e interpreta en el MCU al personaje del guardaespaldas, barra amigo, de Tony Stark, Happy.
Con estos mimbres, ambos responsables de la nueva serie ‘Live Action’ de Star Wars ya declararon en el Disney D23 Expo celebrado a finales del pasado mes de agosto que su visión de ‘El Mandaloriano’ es la de un ‘Western’ galáctico. Esa visión de la historia se aprecia desde el primer fotograma de la serie. El personaje que interpreta Pedro Pascal es parco en palabras y expeditivo en sus acciones. Es “un tipo duro” y lo demuestra desde el primer momento. No han pasado ni dos minutos del inicio del capitulo cuando ya lo vemos metido en un pelea de bar que marca, a las primeras de cambio, el tono de la serie. Aquí va a haber violencia, aunque no va a ser explicita. Lo más sangriento fuera de plano, será el espectador el que tenga que tirar de imaginación para esos momentos, digamos: gore.
Resulta difícil, por no decir imposible, captar en un primer visionado del capitulo la ingente cantidad de referencias a la saga de Star Wars que nos enseña ‘El Mandaloriano’. Desde las razas alienígenas, pasando por los androides, las armas y un largo etcétera. La serie es Star Wars puro allá donde mires. Se ve como Star Wars y se siente como Star Wars pero a través de un cristal más oscuro. Por decirlo de otro modo: es más ‘Rougue One’ que ‘El despertar de la fuerza’.
La de ‘El Mandaloriano’ es la historia de un cazarrecompensas sin nombre, y sin cara, al menos en este primer capitulo. El mandaloriano no se quita el casco, nunca se quita el casco, ni cuando está entre otros mandalorianos, que tampoco se lo quitan. Igual que no se lo quitaba Boba Fett, el primer representante de este pueblo de la galaxia de Star Wars que conocimos en ‘El Imperio contraataca’. (Para ser exactos su primera aparición fue en un corto animado en el 'Star Wars Holiday Special' en 1978 que se emitió en televisión las navidades de aquel año, pero dado que hasta el propio George Lucas reniega de ese producto aceptemos que la presentación para el gran público de Boba Fett a nivel mundial fue en el episodio V en 1980).
Como espectadores vamos a acompañar a este enigmático personaje durante todo el episodio. En ningún momento hay otras tramas u otros personajes en otros escenarios. Todo lo que vemos es lo que le pasa a nuestro protagonista en su día a día capturando fugitivos a lo largo de la galaxia con una vieja nave 'preimperial' como medio de transporte.
A lo largo del episodio veremos que la vida en la galaxia, o al menos en los planetas que nos muestran, no es fácil. La Galaxia está inmersa en un periodo de posguerra y en lo que parece ser una gigantesca crisis económica. Ni siquiera ser el mejor cazarrecompensas del borde exterior da lo suficiente para pagar el combustible de la nave o comprarse una decente. Por eso, cuando nuestro protagonista recibe un encargo especial, y muy bien pagado, por parte de un antiguo mandatario imperial al que interpreta el director de cine alemán Werner Herzog, no duda en aceptarlo.
Seguir contando detalles de la trama a partir de aquí sería entrar en ‘spoilers’ pero es irresistible hacer mención a que los espectadores traten de reconocer al gran actor Nick Nolte en esta historia. Tampoco es fácil omitir el giro final de este primer episodio, una sorpresa que nos deja con ganas de más. Pero hasta hasta aquí puedo leer.