"Decir que la política queda fuera en los campos de refugiados es muy difícil, pero esta es una historia normal, que podría haber sucedido en cualquier lugar del mundo. La obra nace con la vocación de contar la situación de este pueblo, que vive en unas condiciones muy difíciles", explica Pérez Rosado.
El cineasta atiende a la prensa en el campo de refugiados de Dajla, donde estos días se ha celebrado el Festival de Cine del Sáhara, una iniciativa que trata de llamar la atención de la comunidad internacional sobre la precaria e injusta situación que vive el pueblo saharaui, obligado al exilio en el desierto desde hace 35 años.
"Es un reflejo de los saharauis de la tercera generación, los que han nacido en los campos. Los saharauis tienen mucho orgullo y convierten estos campos en su patria, pero no dejan de ser campamentos de refugiados, y eso fue lo que me impulsó a hacer este proyecto", explica el responsable de la obra.
La cinta narra la historia de Fatimetu (Nadhira Mohamed), una joven que, tras dieciséis años viviendo en España, regresa a la Wilaya de Smara para acudir al entierro de su madre, cuya última voluntad consiste en que la protagonista se haga cargo de su hermana menor, una chica minusválida que responde al nombre de Hayat (Mamona Mohamed).
La actriz protagonista, de una belleza arrebatadora, es una novata en las artes cinematográficas. "A Nadhira la encontré a través de internet, en una foto en la que aparecía acompañando a Aminatu Haidar. Me quedé impactado al verla y conseguí localizarla a través de un amigo común", recuerda Pérez Rosado.
La intérprete, residente en Valencia desde hace varios años, confiesa que su debut fílmico ha sido "una experiencia increíble". "Nunca me había imaginado en este mundo, porque siempre me había dedicado a llevar el mensaje de los saharauis y a luchar por el futuro de mi pueblo, pero se presentó la opción de hacer esta película y no me lo pensé dos veces", afirma.
Cantante, percusionista y autora de la banda sonora, también Aziza Brahim se ha destapado como actriz en "Wilaya", un filme rodado en español y hassaniya (dialecto saharaui) que llegará a las salas de cine el próximo mes de julio.
"Ha sido un trabajo doblemente gratificante, ya que se trata de una película de contenido social sobre la problemática del pueblo saharaui, el día a día de nuestra rutina vital, tanto sus pros como sus contras", expone Brahim.
"Para nosotros era un reto con varias caras: por un lado era fácil, porque la película consiste en contar nuestra historia, pero también es complicado, porque tienes que convertirte en un personaje que no sabes cómo podrás dirigir", apostilla.
Como no podía ser de otra manera, el mundo de la mujer se erige en escenario indiscutible de la película. "Creo firmemente que las mujeres tienen más luces que el hombre, son más interesantes", sentencia Pérez Rosado.
Julio Soria