Skármeta (Antofagasta en 1940), que presenta en España "Los días del arcoíris", galardonada con el Premio Planeta-Casa de América 2011, destacó en una entrevista con Efe que estos movimientos tumban por tierra la teoría de que los pueblos están "adormilados, apáticos" y se dejan conducir "pasivamente".
En su opinión, emplazan a los partidos políticos a que respondan "con mayor celeridad e imaginación a las necesidades urgentes de la gente".
Para el autor "Ardiente Paciencia", que fue llevada al cine con el título de "El cartero de Neruda" y traducida a 35 idiomas, la ola de protestas que recorre España desde hace más de una semana, y que ha traspasado las fronteras, es "una invitación clara a los partidos políticos a renovarse".
Un "movimiento colorido", que este escritor polifacético que ha pasado por el cine, el teatro, la televisión, la docencia y hasta la diplomacia, comparó con el desatado con anterioridad al plebiscito celebrado en 1988, en el que la oposición chilena derrotó a Pinochet y que protagoniza las páginas de la novela premiada -publicada al mismo tiempo en toda América Latina-.
No obstante, Antonio Skármeta, reconocido con los más prestigiosos premios internacionales como el Bocaccio (1996), el Planeta 2003 o la Medalla Goethe en Alemania, enfatizó que "en el caso de Chile se pasó de una dictadura represiva a la democracia y, afortunadamente, estos movimientos dentro de Europa tienen lugar en un marco democrático".
Y pese a sugerir que el movimiento puede ser visto por la gente "con simpatía", advirtió que ahora se plantea la forma en la que se deben de canalizar las aspiraciones.
Exiliado en Argentina y Alemania durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), Skármeta se refirió al germen del que surgió el partido de Los Verdes en Alemania -país en el que el escritor ejerció como diplomático-, que hoy tiene 51 diputados en el Parlamento federal alemán y está en la oposición contra el Gobierno de Angela Merkel.
Y también recordó como en Chile los partidos aglutinados en torno al "no" a Pinochet tenían "una carta en la reserva", es decir, se constituyeron en una coalición de centroizquierda que, presidida por Patricio Alylwin, sustituyó a la dictadura de Pinochet.
La originalidad de "Los días del arcoíris", que explora la represión en las escuelas secundarias a maestros y alumnos durante la dictadura del general Ausgusto Pinochet (1973-1990), radica, según el autor, en el punto de vista de Nico, el joven narrador, de 18 años, cuyo padre es apresado por la dictadura.
La historia de este protagonista, enamorado de una amiga, se entrelaza con la de Bettini, un publicista perseguido por el régimen, quien lleva adelante la campaña por el "no" a Pinochet.
Skármeta apuntó que el éxito de la campaña que llevó al triunfo del "no", radicó en proponer a los chilenos un proyecto para salir "de las brumas en las que estaban sumergidos", a lo que contribuyó "el humor, la alegría y la visión de futuro".
También fue muy importante, añadió, la cultura democrática del pueblo chileno que "siempre mantuvo latente su oposición a Pinochet" y actuó de forma no violenta pese a la represión.
En ese devenir entre los distintos lenguajes, Skarmeta exhibió hoy sus dotes de guionista y cineasta y presentó un vídeo, en la Casa de América de Madrid, de diez minutos, en el que se convierte en autor de una campaña contra el "no", amenizada por "El Danubio azul", de Johann Straus, una melodía que impregna también las páginas de la novela.
Una obra con una prosa ágil, preñada de metáforas y con guiños de humor, en la que dos generaciones luchan por el cambio de un país que hoy disfruta de una democracia estable con alternancia política.
Una trama argumental, que según reveló el autor, tardó tiempo en "cuajar" y que quiere ser un "homenaje" a esos "héroes silenciosos".