Porque Rihanna se quiere mucho, y nunca duda en mostrar su cuerpo en conciertos, premios o las redes sociales; estas últimas le sirven de catalizador de su culto al cuerpo y no es difícil encontrarse con una foto de la bella en bikini o en posiciones estrambóticas luciendo palmito.
Quizá, si nosotros hubiésemos sido también declarada la mujer más sexy del mundo nos sentiríamos dados a actualizar constantemente nuestro perfil en Instagram/Facebook/twitter, o quizá sea el mundo del espectáculo y la importancia que rinde a la vida privada de los famosos, pero el caso es que lo suyo llega hasta límites insospechados.
De hecho, hace un par de meses, la novia de su ex Chris Brown, razón por la que el cantante ha pasado de Rihanna, subió una foto luciendo esa parte pertinente y poco rato más tarde ella hacia lo propio pero enseñando mucha más carne ¿una insinuación de que el suyo es mejor?