El montaje de las obras es el mismo que el que se presentó el día de la inauguración del museo, el 28 de abril de 1998, bajo la presidencia de la Infanta Cristina, en presencia del que fue el único español en la llamada Escuela de Nueva York del impresionismo abstracto norteamericano.

La colección está compuesta por un total de 153 obras, donadas por Esteban Vicente y su esposa Harriet G. Vicente, cuyos restos mortales reposan juntos en el jardín del museo, junto al edificio palaciego expropiado por la Junta de Castilla y León, para emprender la ampliación de las instalaciones.

El legado, donde se puede observar la evolución del pintor desde 1925 a 2000, distribuido ahora por todas las salas del museo, lo integran 48 óleos, 27 collages, 51 dibujos, cuatro acuarelas, 16 esculturas de pequeño formato, un tapiz, dos litografías y cuatro serigrafías.

Sólo en tres ocasiones -1998, 2003 y 2005- se ha podido mostrar de forma completa la trayectoria del artista, tiempo durante el que el museo ha presentado alrededor de 37 exposiciones en sus salas, algunas dedicadas a Esteban y otras a distintas manifestaciones del arte actual.

Nacido en Turégano (Segovia), en 1903, aunque poco después su familia se trasladó a Madrid, Esteban Vicente se definió como "un castellano puro", pese a llegar en Nueva York, desde 1936, "un anarquista" que destacaba el valor del individuo por encima de los grupos, como le gustaba decir.

Gran defensor de la cultura española, figura vinculado a la Generación el 27, como un pintor poeta, que tanto ha significado para la literatura, la poesía y el arte en España, amigo de escritores y artistas como García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Alberti, Luis Buñuel, Juan Bonafé o el polaco Wadislaw Jahl.

De la inauguración, fuentes del museo recuerdan hoy a EFE la emoción de Esteban al poder vivir una un acontecimiento como el que se estaba produciendo: dedicar un museo a su figura y a su obra, con exposiciones de arte contemporáneo.

Por eso su deseo fue reposar allí al final de sus días, tras morir el 11 de enero de 2001, poco antes de cumplir los 98 años, en su casa de Bridgehampton (Long Island).

A Vicente, según confesaba, le dolía mucho que hubiera cuadros suyos en los sótanos del Metropolitan porque no era popular y añadía: "Nunca he querido serlo, es una pena comprar las colecciones para luego guardarlas y que no las vea el público".

Defensor de los valores de la cultura mediterránea por encima de la anglosajona, le gustaba quedar al margen de encasillamientos en los movimientos artísticos porque, según entendía: "Las escuelas son una manera de evitar la responsabilidad de cada uno".

El museo segoviano alberga la biblioteca particular del artista; un duplicado del archivo personal, al que se ha añadido una sección de actualización permanente, y la mayor parte de las publicaciones sobre el artista.

Asimismio cuenta con secciones especializadas dedicadas al expresionismo abstracto americano y movimientos relacionados con su trayectoria.

Los responsables de la pinacoteca estiman que la ampliación podrá ser inaugurada en 2012, lo que permitirá exponer en el nuevo edificio, de manera estable, la colección permanente, quedando el antiguo destinado a las exposiciones temporales.

Por este motivo entienden que ahora se trata de una gran ocasión para volver a disfrutar de la trayectoria completa de Esteban Vicente, máxime en estas fechas en que la presencia de visitantes en Segovia se ve incrementada.