Tras cinco meses en el Teatro Alcázar de Madrid, las dos actrices cambian de escenario para seguir enfrentándose entre ellas y con sus esposos, en esta obra sobre "cuatro personas teóricamente civilizadas que acaban sacando a relucir sus instintos más bajos", según ha explicado hoy Aitana Sánchez-Gijón.
Pere Ponce y Antonio Molero interpretan a los respectivos maridos de Maribel Verdú y Aitana Sánchez-Gijón, en la primera obra que pone sobre el mismo escenario a estas dos reconocidas actrices españolas.
"El teatro me fascina. Haría sólo teatro. Para mí es un descanso. Dedico todo el día a mí misma, y luego hora y media de pasármelo bien trabajando", ha dicho Maribel Verdú, que con esta obra regresa al teatro, cinco años después de ponerse a las órdenes de Gerardo Vera en "Por amor al arte".
"Realmente las comedias son un placer, porque cuando se trata de un drama la cosa es muy distinta, bajas del escenario exhausta cada día", ha puntualizado Aitana Sánchez-Gijón.
Al igual que "Arte" -la obra más conocida de Yasmina Reza-, "Un dios salvaje" se inicia a partir de una anécdota para luego llegar a cosas más grandes, ha explicado hoy la directora británica Tamzin Townsend.
El encuentro en principio educado entre dos matrimonios que tienen que hablar acerca de la pelea de sus hijos en un parque se complica de forma paulatina en esta comedia "inteligente y con un humor muy negro", ha apuntado Townsend.
Maribel Verdú es la impulsora de la versión española de esta obra francesa porque quedó fascinada cuando la vio en París, dirigida por la propia autora y con Isabelle Huppert en el papel de Veronique.
"En cuanto la vi tuve claro que Aitana y yo teníamos que trabajar juntas en esta obra. Supe en seguida qué papel quería hacer yo y estaba segura que Aitana querría hacer el otro. Y así fue", ha explicado Verdú.
El personaje de Verdú "no es lo que aparenta. Parece tímida y sumisa ante su marido, pero pronto saca sus demonios internos y sus bajos instintos, y vomita todo lo que tiene dentro desde hace años", explica la actriz.
El de Sánchez-Gijón "es directamente lo que aparenta, aunque luego es aún peor -responde su compañera de reparto-. Una mujer que se siente moralmente superior al resto del mundo y que hace gala de una cultura y tolerancia intachables".
"Cada matrimonio juzga al otro en su forma de actuar como padres y llegan a extremos de crueldad que son muy útiles para hacer comedia", ha recordado Townsend, quien ha disfrutado especialmente de los ensayos con estos cuatro intérpretes, gracias a un libreto de Jordi Galcerán muy fiel al original y que le ha dado pie a plantear muchos "juegos actorales".
Townsend, que ha desarrollado gran parte de su carrera en Barcelona y que hace tres años se trasladó a Madrid, ha explicado su cambio de residencia porque todos los trabajos le salían allí y acabó harta de aviones y trenes.
Antonio Molero, que es popular por su papel en "Los Serrano", ha dicho que "las caras famosas pueden ayudar a que la obra arranque, pero si es mala cae por su propio peso, y nosotros venimos de cinco meses de éxito en Madrid".
El catalán Pere Ponce ha reconocido que traer la obra a Barcelona le pone "nervioso", porque se siente como "si llevara a mi novia a casa de mis padres. Espero que les guste".