Ruibal (Puerto de Santa María, 1955) participó el fin de semana pasado en la concentración que se convocó en Cádiz, "tremendamente sentimental, emotiva y alegre" porque fue, recuerda en una entrevista con Efe, "el primer paseo reflexivo gaditano de la historia".

Al músico, que en "Sueño" homenajea a Falla, Albéniz o Turina, a poetas como Rafael Alberti o Federico García Lorca e incorpora temas propios, le ilusiona que los jóvenes, "y los que no lo son tanto", hayan "despertado" y hayan puesto coto la pasividad que permite que una "pequeña debilidad se convierta en tendencia y eso en una actitud viciosa".

"No se puede mirar para otro lado cuando la pestilencia llega al balcón de tu casa permitiendo que las democracias estén dirigidas por el tío del saco de billetes. Eso es la mafia, lo que pasa es que ahora se llama FMI y finanzas", sentencia.

Otro de los asuntos que le preocupa es el "círculo vicioso" en el que está la industria musical, algo que sólo puede solucionar, dice, "una ley que impida las descargas gratis".

"Si yo quiero regalar mi música es una cosa, otra muy distinta es que me la quiten. Si no quiero más que una canción de un disco y no las otras catorce, pues estupendo, pero la pago", reivindica.

"Mi queja es, sobre todo, contra el ratón del ordenador. La industria tiene el defecto de que sólo le dan cancha a lo menos sofisticado y el público ha ido perdiendo el afecto por la música y piensa que es como el aire, un bien común. Por mucho coste de intermediación que se le quite no puede ser gratis", insiste.

Para "Sueño", un CD y un DVD que grabó el pasado mes de julio en Córdoba y al que añadió imágenes de otro concierto en noviembre en Cádiz, ha querido la sonoridad de una orquesta sinfónica buscando nuevos aires a sus composiciones.

"Con este disco no pretendo nada, es para quien ya me conoce. Lo importante en el arte no es hacer cosas para demostrar nada ni enredarse en trucos banales, sino aportar nuevas propuestas", subraya.

Lo más complicado en la grabación de este disco fue que, al no tocar él la guitarra, con la que se da el "tempo" y el compás, tuvo que concentrarse muchísimo en la interpretación de la orquesta.

"No tenía partitura y había que encajar todo en su sitio. Daba vértigo pero también es de una sonoridad muy bonita, sabiendo que tu voz es un instrumento más de la orquesta", detalla.

Ruibal interpretará, junto a los 27 músicos de la Orquesta de Córdoba, este mismo concierto el próximo día 27 en el Puerto de Santa María y tiene previsto repetirlo en Sevilla y Granada.

Entre tanto, seguirá con sus recitales por toda España y actuará en Ecuador, Costa Rica y Cuba.