Noel y Liam Gallagher, son famosos, además de por su música representativa del pop británico, por sus trifulcas, separaciones, encontronazos con los periodistas y apariciones en las portadas de la prensa sensacionalista británica.
Liam, el vocalista, saludó desde escena con su habitual mirada desafiante y arrojó una pandereta a la pista, que el público se disputó.
El primer tema nuevo tardó en llegar porque los Gallagher despiertan a sus admiradores con los viejos éxitos. Un arranque enérgico con "Rock 'n' Roll Star" - el tema con el que abría su primer disco- se desvaneció con "Shock of the lightning", de la que la audiencia coreó el estribillo.
La gente aplaudía pero pedía acción y Liam, inexpresivo, hacía caso omiso a las peticiones de otros temas.
Llegó entonces "Cigarettes and alcohol", también del primer álbum, y el público resucitó, mientras el vocalista se subía una y otra vez el cuello de la chaqueta y se ajustaba la bufanda para demostrar que, aunque los demás se despojaran de sus camisetas, él no sentía ni cansancio ni calor.
Después de "Meaning of soul" llegaron dos composiciones nuevas, "To be where there's life -compuesta por Gem, el bajista- y "Waiting for the rapture", escrita por Liam y que interpretó Noel. La presentación del disco se completó más tarde con "Ain't got nothing" y "I'm outta time".
Quedó claro, una vez más, que Noel Gallagher es el líder indiscutible de Oasis, capaz de manejar cualquier instrumento y de componer la mayoría de las letras.
Noel saludó al público con unas palabras en castellano, muy bien recibidas, y mientras Liam desapareció para tomar su descanso particular, su hermano mayor pidió un aplauso para el resto de la banda.
El público recibió entonces con un fuerte grito a Chris Sharrock, el nuevo batería -que sustituye a Zak Starkey (hijo de Ringo Star)- y que aportó fuerza y dinamismo a un concierto protagonizado por la sobriedad característica de los Gallagher.
Después de "The Masterplan", el pequeño de los hermanos volvió de su pausa con "Songbird" y "Slide Away", dos baladas con las que el público se emocionó pero sin vibrar.
Llegó el momento más esperado con "Wondwerwall", único de sus temas que también himno pop fuera del Reino Unido, y los hermanos consiguieron reavivar una vez más a una pista que no dejaba de aplaudir y demandar éxitos.
Los bises empezaron con "Don't Look Back In Anger", que emocionó a los fans, "Fallin' Down" -del nuevo disco- y "Champagne Supernova". Los Gallagher cerraron la velada con un homenaje a "The Beatles", con "I Am The Walrus".
La audiencia demostró ser fiel a la banda pero se quedó con ganas de más tras una seca despedida de los de Manchester.
Oasis, que no tocaba en España desde la gira de su anterior disco "Don't Believe the Truth" en 2005, actuará mañana en el Pavelló Olimpic de Badalona (Barcelona) y cerrará su gira europea el 3 de marzo en París.