Fallece el pintor constructivista español Miguel Alberquilla

"Trabajó hasta dos o tres días antes de que fuera ingresado el pasado 14 de julio en un hospital de Madrid", donde murió hoy, señaló Castro en conversación telefónica.

Los últimos lienzos que pintó Alberquilla (1950-2010) eran con "colores brillantes" mientras hacía frente a una larga enfermedad que finalmente le ganó la batalla.

El pintor era uno de "los últimos románticos que trabajan por el arte en sí, fiel a unos postulados estéticos e independiente de la moda" del mercado del arte, afirmó Castro.

El constructivismo fue una corriente artística que en España tuvo su momento de auge en los años 60 y 70 pero que después pasó a un segundo plano, es decir, que pasó a estar fuera del interés del circuito salvo por algunas retrospectivas organizadas por ciertos galeristas, comentó Castro.

Alberquilla fue el último en incorporarse a un pequeño grupo de artistas formado por el pintor, escultor y arquitecto Joaquín Vaquero Turcios (Madrid, 1933-Santander, 2010); el pintor y crítico de arte José María Iglesias (Madrid, 1933-2005) y el artista cinético Eusebio Sempere (Onil, Alicante, 1923-1985).

Así como el pintor Luis María Caruncho Amat (La Coruña, 1929), quien es el único que vive en la actualidad dentro de ese colectivo.

Miguel Alberquilla fue un defensor de la creación de "la obra por el placer del arte y no por la comercialización" en el mercado, afirmó Castro.

Era un pintor "puro" en el sentido en el que se alejó del sentido comercial de la obra de arte a pesar de que fundó hace más de 25 años su galería Quorum, en la Costanilla de los Ángeles (centro de Madrid).

En ese espacio que abrió junto a su amiga del colegio María Jesús Alonso, exhibió "obra original y obra gráfica de pintores españoles" que mantenían unos principios morales con respecto al arte similares a los suyos, comentó Castro, quien fue amigo suyo durante 35 años.

De manera habitual, su galería llevó la obra de estos artistas españoles a la Feria de Arte Múltiple Contemporáneo ESTAMPA, de Madrid, así como otras ferias organizadas en Basilea (Suiza), Las Vegas y Nueva York (EEUU) y Amberes (Bélgica).

Así, este artista que abandonó en su juventud su breve carrera como delineante "para apostar por la pintura" también apoyó con esa iniciativa a otros colegas del panorama español, dijo Castro.

Tras su muerte, le sobrevive su obra repartida en fondos de colecciones privadas y públicas como el Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, el Museo de Arte Contemporáneo de La Coruña (MACUF) o el Museo del Grabado Español Contemporáneo (MGEC), en Marbella.

Así como el Museo Provincial de Zaragoza, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, y el Museo de Arte Contemporáneo de Managua (Nicaragua).