Bobby McFerrin trae a España su "nueva receta musical", "VOCAbuLarieS"
AGENCIA EFE
25/07/201010:40 h."Buscábamos diferentes mezclas de ingredientes vocales para crear una nueva receta musical y coral. Los sonidos, al igual que los gustos, combinan las esencias de diferentes culturas y experiencias, pero todos son deliciosos y pueden satisfacer los sentidos", explica a Efe el cantante neoyorquino.
Siguiendo el hilo de las comparaciones culinarias, McFerrin asegura que su nuevo álbum es "un banquete de siete platos que nadie ha escuchado antes".
Ahora "estoy muy ilusionado de poder servirlo alrededor del mundo", confiesa el artista sobre un trabajo que "juega con la idea de la música como lenguaje universal".
"Hemos combinado diversos estilos musicales, como el pop, el funk, el jazz, la música clásica, tribal, étnica... Además, he incluido idiomas como el inglés, el latín, el mandarín e incluso otros que me he inventado", detalla el hijo del legendario barítono Robert McFerrin.
Esta diversidad idiomática, en opinión de McFerrin, "permite disponer de más vehículos de comunicación, cada uno con sus propios sonidos y fórmulas, y cuando se usan para expandir el color de la paleta de sonido, las posibilidades de obtener nuevas formas de escucha son infinitas".
Publicado el pasado abril, "VOCAbuLarieS" cristaliza ocho años de trabajo, en los que McFerrin ha contado con la inestimable ayuda de su productor, Roger Terrence, y de su manager y coproductora, Linda Goldstein.
"Tenían la misión de tejer todos los estilos alrededor de mis temas y técnicas de canto. Han dedicado cientos de horas de escucha, experimentación, escritura y reescritura para conseguir el sonido que queríamos", reconoce McFerrin, que empleó un coro de cincuenta personas en la grabación del álbum.
Siete son las piezas que el cantante ha registrado en "VOCAbuLarieS", aunque sólo cuatro son inéditas, puesto que "Baby", "The garden" y "He ran to the train" ya figuraban en el álbum "Medicine music", editado en 1990.
"Todas las canciones parecen prestarse de maravilla a la idea de este nuevo proyecto, y es hermoso poder explorar diferentes vías para interpretar material antiguo y nuevo", defiende McFerrin, que el martes ofrecerá un concierto solo "a capella" en el malagueño Teatro Cervantes.
En el repertorio, quién sabe, se podría colar "Don't worry, be happy", el himno que hizo inmortal a McFerrin en 1988. "Me incomoda un poco que sólo me pregunten por esa canción, pero, al mismo tiempo, me hace feliz que haya significado tanto para tanta gente", asegura.
Aunque la canción fue "una esterilla de bienvenida" para el resto de su discografía, el vocalista señala que "podría haber pasado con cualquier otra canción".
"'Don't worry be happy' fue una manera única de mirar la música, las letras, los ritmos, las armonías,..., lo mismo que el resto de mis composiciones", concluye.