Se trata de uno de los seis carros que el arqueólogo británico Howard Carter descubrió en 1922 en Luxor, a unos 600 kilómetros al sur de El Cairo, en la antecámara de la tumba del faraón niño (1336-1327 a.C.), y que hasta ahora no había salido nunca de Egipto.
"Es único. No se parece a ningún otro carro encontrado en la tumba. Es una construcción ligera y muy elegante de madera, hecha para ir rápido y tener efectividad en la caza o en el campo de batalla", dijeron hoy los organizadores de la exposición.
Una de las ruedas del carro fue reemplazada, "lo que sugiere que el uso frecuente por parte del rey hizo necesaria su reparación", agregaron los expertos, que también precisaron que eran frecuentes las representaciones de Tutankamón en vehículos como ese en escenas de caza o bélicas.
En abril pasado se abrió la exposición titulada "Tutankamón y la edad dorada de los faraones", en la que National Geographic ha reunido 130 objetos del Antiguo Egipto.
"Se trata de la exposición más grande de Tutankamón que ha viajado por el mundo. Todos los objetos han sido traídos desde el Valle de los Reyes de Egipto, que fue designado como lugar de las tumbas reales de las dinastías décimo octava y novena", explicó entonces a Efe el comisario de la muestra, David Silverman.
Este carruaje, que como el resto de los objetos se exhibe en una sala de exposiciones en la céntrica Times Square de Nueva York, propiedad de Discovery Channel, forma parte de la colección de carros que se guardaban en la tumba de Tutankamón.
Un estudio paleogenético, publicado el pasado febrero, desveló que la malaria y una enfermedad ósea causaron la muerte prematura de Tutankamón a sus 19 años, luego de reinar durante nueve años.
Según esta investigación, que se completó con la búsqueda de su linaje a partir de análisis de ADN, Tutankamón era con toda probabilidad hijo del faraón Akenatón (1361-1352 a.C), nieto de la reina Tiye, esposa de Amenhotep III, y aunque la identidad de su madre continúa siendo un misterio, se descartó que fuera Nefertiti.