Una de las series con las que Telecinco cautivó a los espectadores más jóvenes cuando desembarcó en España en 1990 fue el manga 'Capitán Tsubasa', conveniente rebautizado en nuestro país como 'Campeones: Oliver y Benji'. Quien fuera niño (y no tan niño) en aquellos tiempos recordará la célebre sintonía "Oliver Benji, los magos del balón. Benji Oliver, sueños de campeón...". No en vano la escucharon machaconamente todas las tardes, de lunes a viernes, durante años.

Cuando 'Oliver y Benji' llegaron a nuestras pantallas ya habíamos disfrutado de animes como 'Heidi', 'Marco' o 'Mazinger Z', pero esta serie de dibujos animados lo cambió todo. Poner en el centro de la acción el fútbol y combinarlo con una espectacular épica absolutamente exagerada fue una de las claves de su enorme éxito entre la chavalada.

Lo cierto es que nunca habíamos visto nada así, hasta el punto de que aquellos interminables partidos disputados en campos kilométricos apenas tenían nada que ver con lo que ocurre en el fútbol de verdad. Aquello era una pura abstracción de acrobacias imposibles y chuts suspendidos en el espacio-tiempo, pero sí tenían un punto de contacto con la realidad. Estaban directamente inspirados en el gran mago del balón de los años 80: Diego Armando Maradona.

El creador de la serie, Yōichi Takahashi, admitió que su protagonista, Oliver Atom, estaba originalmente inspirado en el 'Pelusa', puesto que este le impactó fuertemente cuando le vio en el Mundial Juvenil de 1979 disputado en Japón. El torneo, el primero que organizó la FIFA en Asia, lo monopolizó el entonces jovencísimo 10 de la albiceleste. "Tenía una idea de lo increíble que era, pero su rendimiento en el Mundial Juvenil me impactó. El Maradona que vi en la televisión tenía un aura abrumadora”, rememoraba Takahashi.

Muchos japoneses se enamoraron en aquellos años del juego de Maradona, y su mítica actuación en el Mundial de 1986 no hizo sino dinamitar la popularidad del deporte rey en el país asiático. Así que cuando 'Capitán Tsubasa' se emitió por primera vez en la televisión nipona, en 1983, su protagonista era básicamente Maradona, aunque "Oliver siempre fue más serio". Incluso el protagonista tenía en su habitación un poster del 'Pelusa', y en uno de sus capítulos se recreaba el 'gol del siglo' que le marcó a Inglaterra.

En la segunda temporada de la serie, Takahashi dibujó un personaje ya sí íntegramente inspirado en el mejor jugador de la historia: Juan Díaz, en nuestro país reconvertido a Fan Díaz. Este personaje compartía la zurda prodigiosa, la pasión por el fútbol, el liderazgo natural y la capacidad para crear jugadas mágicas del 10. Por si había alguna duda, también formaba parte del equipo juvenil de Argentina, que se enfrentaba al New Team de Oliver Atom. Lo que está claro es que Maradona, el primer jugador de dibujos animados con permiso de Romario, era el único futbolista del mundo real que podía haber participado en uno de esos estrambóticos partidos de 'Campeones' sin desentonar. Y eso ya tiene mérito.