Una de las muchas cosas que hicieron especial al primer 'Rocky', el que se hizo con el Oscar a la mejor película en 1977, es que el héroe perdía al final. Aunque perdiendo en realidad ganaba. Lo que importaba es que un autentico don nadie como Balboa conseguía aguantar en pie los quince asaltos ante el presumido e imbatible Apollo Creed, ganándose el respeto de todo el mundo. Su derrota oficial por decisión dividida de los jueces era además una bofetada al ego del campeón invicto. Sin embargo, hubo toda una generación de brasileños que creció engañada por el doblaje. En ese país cambiaron la dulce derrota del personaje de Sylvester Stallone por un salomónico empate que le restaba mucha fuerza a la conclusión película, por no mencionar que dejaba un agujero de guion insalvable en la futura 'Rocky II'.
Al parecer, a la distribuidora no le parecía lo suficientemente épico que Rocky aguantara el combate hasta el final, echando por tierra todos los pronósticos de un K.O por la vía rápida a favor de Apollo, ni que el 'Potro italiano' se pusiera a gritar el nombre de su amada Adrian ignorando el veredicto del presentador dando como vencedor a Apollo. Así que decidieron establecer un tono más triunfal transformando el resultado final en un empate, generando una percepción completamente distinta del filme.
"En Brasil creen que Rocky empató en la primera película, porque así lo decía el doblaje al portugués. Toda una generación creció con otro resultado de la pelea”, ha explicado el periodista argentino Juan Castro, responsable de la viralización de este suceso. En el final original a Rocky le valía con haber demostrado su valía en el ring ante un boxeador mucho más experimentado, más técnico y superior. En Brasil Rocky nunca perdió el combate, pero al cambiar el final por uno neutral sin vencedores ni vencidos se trivializaba el sacrificio del personaje y su historia de superación personal.
Y aquella decisión no solo trastocaba el final de 'Rocky' sino que introducía inconsistencias en su secuela, 'Rocky II'. En la versión original de esa segunda película, Apollo buscaba una revancha para demostrar que su victoria no había sido cuestión de suerte. Sin embargo, con el final brasileño la vehemente insistencia del campeón en que se celebrara un segundo combate perdía gran parte de su sentido. Todo un ejemplo de cómo una simple modificación en la traducción pudo impactar significativamente en la narrativa de una obra cinematográfica y en cómo la experimentó el público.