La historia de la mujer que inventó el rock and roll

Las mujeres han inventado algunas de las cosas más importantes de nuestra vida: del Wifi (Heidi Lamarr) al limpiaparabrisas (Mary Anderson), de los antibióticos contra los hongos (Rachel Fuller Brown) al bote salvavidas (Maria Beasley). También el Rock and roll. Porque el rock, dicen los que saben, se forjó entre "la iglesia y el club nocturno" y lo inventó una mujer negra y lesbiana unos 20 años antes de que el 'Rock around the clock' de Bill Halley y sus cometas, hiciera replantearse su vida a los white boys.

En efecto, mucho antes de que los chicos blancos (Elvis, Jerry Lee Lewis o los Beatles) empezaran a tocar la música de los chicos negros (Little Richard, Chuck Berry), los chicos negros habían bebido de la música de Sister Rosetta Tharpe (1915-1973), conocida durante mucho tiempo como una 'precursora del Rock', aunque de precursora nada y cualquiera que escuche sus primeras grabaciones, en las que aunaba el góspel con el blues urbano "impulsado por la melodía con arreglos folclóricos tradicionales e incorporando un swing palpitante". ¿Suena familiar? Sí, se llama rock and roll.

Si todavía crees que hay discusión posible sobre esto, que sepas que uno de sus primeros temas se llamaba, literalmente, 'Rock me'. Y era 1938.

Origen del origen

Rosetta Nubin nació el 20 de marzo de 1915 en Arkansas. Hija de una cantante de góspel de la Iglesia de Dios en Cristo en el pueblo de Cotton Plant y un trabajador algodonero que solía entonar himnos tradicionales durante su jornada; Rosetta empezó a tocar la guitarra con apenas cuatro años y en su adolescencia ya era un auténtico prodigio.

Cuando la familia se mudó a Chicago, Rosetta ya empezaba a sacar su arte con la guitarra eléctrica de las iglesias y a pasearlo por otros eventos públicos en los que se la anunciaba como “el milagro de la voz y la guitarra”. En la década de los 40 ya era practicamente legendaria en el Cotton Club de Harlem y había tocado en el Carnegie Hall para escándalo de sus 'hermanos' cristianos, que veían como el aura religiosa del góspel iba a dando paso a lo que, eso no lo sabían entonces, lo que sería la mayor revolución musical de la historia, la que unió lo pagano y lo divino, la misma que Little Richard admiraba siendo niño y Chuck Berry reconocía como una de sus mayores influencias.

Ellos contribuyeron enormemente en la evolución y la popularización del género, pero fue esta mujer, pero Sister Loretta Tharpe -que durante los 40 también formó pareja sentimental y musical con Marie Knigth- la que sentó la bases de todo lo que vendría después.