El empleado de un museo tira a la basura una obra de arte por error: dos latas de cerveza

El empleado de un museo de los Países Bajos ha tirado a la basura, la obra del artista Alexandre Lavet, una instalación que consiste en dos latas de cerveza, pintadas. El diligente trabajador del museo LAM creyó que eran desperdicios y las recogió del suelo de la sala de exposiciones para dejarlos en el sitio en que. según él, debían estar.

El museo de la ciudad de Lisse, en Países Bajos  en lugar de exhibir sus obras en pedestales o marcos colgados de la pared, se dedica a instalaciones, que se exhiben alrededor del recinto, pero también en los interiores, como al interior del ascensor, donde se exhibía la obra del artista francés. Estaban colocadas como si las latas hubieran sido abandonadas por trabajadores de la construcción.

“El tema de nuestra colección es la comida y el consumo. Nuestro arte anima a los visitantes a ver los objetos cotidianos bajo una nueva luz. Al exponer obras de arte en lugares inesperados, amplificamos esta experiencia y mantenemos alerta a los visitantes”, ha explicado Sietske van Zanten, directora del museo LAM.

La obra de arte de Alexander Laver, titulada  'Todos los buenos momentos que pasamos juntos', estaba precisamente así: en el hueco de un ascensor de cristal de cara al público, pero un técnico que no estaba muy en la línea artística del LAM acudió a reparar el ascensor, sin percibir que era una exposición y tiró las latas a la basura., según ha publicado The Guardian.

“Se invirtió mucho tiempo y esfuerzo en crearlas”, ha explicado el museo. La comisaria de arte Elisah van den Bergh fue la persona que primero notó que había ocurrido algo con la obra del artista galo, tras volver de una pausa café se dio cuenta de que las latas habían desaparecido. Por suerte, pudo recuperar la obra dentro una bolsa de basura, cuando estaba a punto de ser tirada a los contenedores.

El museo cambia las latas de lugar para evitar otro equívoco

“Ahora hemos colocado la obra en un lugar más tradicional, sobre un zócalo (una franja de una pared), para que pueda descansar después de su aventura”, dijo Froukje Budding, portavoz del museo LAM a los medios. También aclaró que no se había tomado ninguna represalia contra el empleado, que acababa de incorporarse al museo y “solo hacía su trabajo”.

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