Los artistas están sometidos a un juicio público constante que incluso hace peligrar su continuidad, más aún si despegaron en plena juventud y tuvieron dificultades para mantener su cabeza fría ante los riesgos de un éxito meteórico. Precisamente, Winona Ryder sufrió las peores consecuencias de la exposición mediática; le costó 15 años recuperar su presencia ante las cámaras, pero en septiembre estrena Beetlejuice Beetlejuice y está grabando la quinta temporada de Stranger Things. En Uppers hemos querido repasar su trayectoria profesional, porque la vida actual de Winona Ryder junto a su pareja Scott Mckinlay Hann la mantienen en secreto. De alfombras rojas para dentro la actriz y el empresario textil son muy celosos de su intimidad.

Ni Winona Ryder ni Scott Mckinlay Hann tienen una cuenta personal en redes sociales. Las apariciones de la actriz se limitan bastante a lo puramente laboral y nunca es ella quien publica. En cuanto a las fotografías de la pareja que van saliendo a la luz se restringen a eventos, presentaciones, promociones o premios a los que Scott Mckinlay la acompaña. Tal vez este secretismo sea la clave de su felicidad y de que la relación se alargue; ya llevan unos 13 años juntos.

El 6 de septiembre próximo se emitirá la segunda parte de Beetlejuice, más de 30 años después de la primera cinta, y esperan que se repita el éxito. Su director Tim Burton ha vuelto a juntar en pantalla a Winona Ryder y a Michael Keaton, en su papel de fantasma asustador de humanos. El elenco lo completan Catherine O'Hara, Justin Theroux, Willem Dafoe o Monica Bellucci.

Winona ha intercalado la grabación de Beetlejuice Beetlejuice con los rodajes de la quinta temporada de la serie Stranger Things y su papel ha encantado a la crítica y al público desde el primer episodio emitido en el verano de 2016. El estreno oficial de esta última temporada será en 2025 pero aún no hay una fecha fija programada.

Dejando a un lado el aspecto profesional, la actriz ha vivido alejada de todos los focos mediáticos. Según la prensa mantiene una relación con Scott Mckinlay Hann desde 2011. Él es diseñador de moda y cofundador de Loomstate, una marca de ropa concienciada socialmente cuyas prendas son sostenibles y se confeccionan con algodón orgánico. Igualmente Mckinlay Hann es presidente del Comité Directivo de Sostenibilidad del Council of Fashion Designer of America (CFDA) y miembro de la junta del Council for Textile Recycling.

La actriz explicó a la prensa en una ocasión que es “una monógama en serie” y que prefiere no haberse casado para no tener que pasar por un posible divorcio. Para ella, el listón para contraer matrimonio está demasiado alto, pues siempre ha tenido como guía la relación de sus padres: “Cuando están locamente enamorados durante 45 años, tus estándares son muy altos”, aseguró Winona a un medio de comunicación.

Su nombre real es Winona Laura Horowitz, nació un 29 de octubre de 1971 en Minnesota, Estados Unidos, de modo que en breve cumplirá los 53. Hasta los diez años vivió con sus tres hermanos y sus padres en una comuna hippie en Carolina del Norte y sus primeras películas las vio proyectadas en una sábana que su madre colgaba en el granero.

Estudió interpretación en el American Conservatory Theater de San Francisco, California, y el guionista y productor de cine David Seltzer le dio su primera oportunidad cuando le ofreció protagonizar la película Lucas en 1986. Después se hizo muy famosa con su participación en Bitelchús y en Heathers, las dos cintas que se estrenaron en 1988, metiéndose en personajes poco convencionales y extraños.

A continuación protagonizó Gran bola de fuego y durante el estreno en 1989 conoció a Johnny Deep. La pareja no se separó en cuatro años y juntos grabaron Eduardo Manostijeras (1990), un exitazo de taquilla. Él se tatuó en el brazo “Winona Forever” pero cuando rompieron simplificó la frase y dejó las palabras “Wino Forever”. Ella contó que separarse de Deep fue muy duro e incluso tuvo que someterse a terapia. De todos modos, no estaba bien porque nunca supo gestionar esa fama tan temprana.

Después de Eduardo Manostijeras llegó Sirenas, también en 1990, y obtuvo el premio Mejor actriz secundaria de la Asociación de Críticos Norteamericanos. Protagonizó con Keanu Reeves la cinta Drácula, de Bram Stoker en 1992 y su interpretación en La edad de la inocencia (1993) le valió un Globo de Oro como Mejor actriz de reparto. Después encarnó a una de las hermanas en Mujercitas (1999), entre otros trabajos.

Parecía que todo iba bien y había conseguido poner fin a sus episodios depresivos pero en 2001 todo estalló. La policía se llevó a Winona detenida por robar en una tienda en Beverly Hills ropa y accesorios valorados en 5.500 dólares. La actriz decidió apartarse de la vida pública y se trasladó a San Francisco donde seguían viviendo sus padres. El percance le costó tres años de libertad condicional, 480 horas de servicios comunitarios, una restitución a la tienda de 6.355 dólares y 3.700 dólares en multas además de la obligación de asistir a terapia por su adicción al consumo de drogas.

Pasaron años hasta que volvió a trabajar, pero el tiempo le sirvió para llevar a cabo otros proyectos personales que le ayudaron a recuperarse. Poco a poco volvió a retomar su trabajo. En 2010, formó parte del reparto de la cinta El cisne negro que protagonizó Natalie Portman, un gran éxito de taquilla que acumuló muchos premios. De repente, en 2016 sus seguidores se la encontraron en la serie Stranger Things con un papel de una madre soltera, cuyo hijo desaparece misteriosamente, que está gustando muchísimo. Actualmente están rodando la quinta temporada. Entre medias protagonizó la primera temporada de La conjura contra América con una interpretación que ha encantado al público.

En principio, Winona Ryder y Scott Mackinlay Hahn no tienen previsto casarse ni formar una familia. Dicen fuentes cercanas que no es una prioridad. Sobre todo, ambos quieren seguir siendo discretos y pasar desapercibidos. Es cierto que él posa con ella en eventos muy concretos pero por el momento les va muy bien manteniendo su relación en la más estricta intimidad.